Cuando anoche me senté a ver las noticias escuché, acerca del seguimiento de la huelga de funcionarios, lo siguiente: el gobierno dijo que la incidencia había sido mínima, alrededor de un nueve por ciento, creo recordar. Los sindicatos, en cambio, informaron de que la incidencia había llegado hasta el setenta por ciento.
Ya hace un tiempo que comentamos en éste blog el nuevo sistema existente para calcular la asistencia de gente a una manifestación, y evitar así la denominada “guerra de cifras” para esos casos; esta situación es diferente, pero hay guerra de cifras, y es indignante. Nos hemos habituado a ello.
Es muy cierto que, en relación a la verdad y la mentira, vale el refrán que tenemos en España: “Nada es verdad ni es mentira; todo es según el color del cristal con que se mira”. Es cierto, por tanto, que hay situaciones en las que los dos bandos pueden tener un porcentaje de razón, más o menos equilibrada, que les pueda otorgar legitimidad a la hora de afirmar que dicen la verdad.
Pero es completamente bochornoso que en este país, donde tanto se les llena a los políticos la boca hablando del “Estado de Derecho” y donde la Constitución que se supone nos rige dice que “tenemos derecho a recibir información veraz”, existan este tipo de guerra de cifras.
En la participación de los funcionarios en la huelga, no pueden tener los dos razón. No hay teorías políticas (que se usan en muchos casos) de manejo de cifras con valores absolutos, relativos, equidistantes, polivalentes y ambivalentes para adaptarlas al cotarro propio. De cada cien funcionarios, o fueron diez o fueron setenta a la huelga, no hay más. Así que, repito, ¿QUIEN ME HA MENTIDO?
P.S. Hoy he escuchado que la disparidad de cifras se debe a la forma de medir la incidencia de la huelga. Teniendo en cuenta que el funcionario o está en huelga o no lo está, creo que necesitaremos una lección de matemáticas y trigonometría para averiguar de que forma hacen la lectura de la incidencia y así enterarnos de cual ha sido el seguimiento de la huelga.
Ya hace un tiempo que comentamos en éste blog el nuevo sistema existente para calcular la asistencia de gente a una manifestación, y evitar así la denominada “guerra de cifras” para esos casos; esta situación es diferente, pero hay guerra de cifras, y es indignante. Nos hemos habituado a ello.
Es muy cierto que, en relación a la verdad y la mentira, vale el refrán que tenemos en España: “Nada es verdad ni es mentira; todo es según el color del cristal con que se mira”. Es cierto, por tanto, que hay situaciones en las que los dos bandos pueden tener un porcentaje de razón, más o menos equilibrada, que les pueda otorgar legitimidad a la hora de afirmar que dicen la verdad.
Pero es completamente bochornoso que en este país, donde tanto se les llena a los políticos la boca hablando del “Estado de Derecho” y donde la Constitución que se supone nos rige dice que “tenemos derecho a recibir información veraz”, existan este tipo de guerra de cifras.
En la participación de los funcionarios en la huelga, no pueden tener los dos razón. No hay teorías políticas (que se usan en muchos casos) de manejo de cifras con valores absolutos, relativos, equidistantes, polivalentes y ambivalentes para adaptarlas al cotarro propio. De cada cien funcionarios, o fueron diez o fueron setenta a la huelga, no hay más. Así que, repito, ¿QUIEN ME HA MENTIDO?
P.S. Hoy he escuchado que la disparidad de cifras se debe a la forma de medir la incidencia de la huelga. Teniendo en cuenta que el funcionario o está en huelga o no lo está, creo que necesitaremos una lección de matemáticas y trigonometría para averiguar de que forma hacen la lectura de la incidencia y así enterarnos de cual ha sido el seguimiento de la huelga.
2 COMENTARIOS:
Hola Antonio:
Yo creía que los efectos paranormales sólo se daban en carnaval, pero observo que también ocurre a nivel patrio.
En huelgas el cómputo es exacto, puesto que esos sueldos se descuentan. Incluso puedo creer que bailen las cifras (por aquello del error humano). Pero de un 9% un 70 % da que pensar.
Probablemente no entienda esa diferencia por ser cortito de mente; o como comentaba al principio son sucesos paranormales.
Saludos
¿Qué van a decir los sindicatos?¿Van a arrojar piedras a sus propio tejado?
Lo que hay que tener en cuenta es que en la localidad donde vivimos los colegios tuvieron una mínima incidencia en la huelga y parece ser que eso es lo que ocurrió en la mayoria de los centros educativos del país y practicamente lo mismo en todo el pais.
Estamos hartos de tanto sindicalista que no sirve para nada, bueno para tomar copas, según dícen en el hotel más caro de Madrid el día anterior a la huelga, si que sirven.¡Y encima con el dinero de todos!
Publicar un comentario