Siempre pendiente a todo lo que se escribe, se publica o se difunde a través de los canales habituales de comunicación que actualmente tenemos, durante los últimos dos años he leído cosas que, por usar algún tipo de expresión, "me dejan alucinado". Como todo lo pongo en cuarentena, porque no sé si lo recibido es veraz o no, pienso que algunas noticias puedan ser manejos, medias verdades o falsedades de ciertos grupos para desacreditar a otros no menos ciertos grupos que, básicamente hacen lo mismo.Pero como dicen que "cuando el río suena agua lleva" y como algunos de estos grupos justifican o pretenden justificar lo que se ha publicado, digo yo que algo de veracidad habrá en noticias como que sesenta y ocho asesores del gobierno pasado no tenían el graduado (justificación: no hace falta titulación para ese puesto; lo que no se justifica es que haya tantos asesores), o que alguien comentó que las listas de espera son buenas porque descongestionan la sanidad publica ya que el paciente se puede pensar, durante el tiempo de la espera, si operarse, si ir a la privada... (aquí no he leído justificación, pero se les ha olvidado una tercera opción del paciente: morirse mientras espera la operación). Bueno, esto es una pequeña muestra de cosas que van apareciendo en los medios; y no me olvido de los impuestos. Leí que el pasado año se habían presentado a la selectividad diez millones de personas; a cien euros cada una que apoquinaron (no se si habrá rebajas o excenciones) calculen ustedes lo que ingresaron las arcas del Estado. Claro que, no es lo mismo un impuesto que una tasa; pero el bolsillo duele igual y seguimos cada vez más fritos a impuestos y tasas. Ahora quieren aplicar un impuesto (¿o una tasa?) a las autovías; hace nada querían quitar peajes a las autopistas y ahora quieren gravar las autovías. Vamos progresando.
