CRISIS, ¿?

No se cuantas veces he hablado ya de la crisis en éste blog, pero es un tema que nos encontramos diariamente en todos los ámbitos: se habla de la crisis en todos los informativos, se habla de la crisis en los programas “directo”, la crisis es el tema central de conversación en charlas esporádicas o en reflexiones profundas, en los encuentros con clientes o proveedores en el trabajo, en la cola del súper, de la gasolinera o del médico... Crisis y paro; el paro ya supera los cuatro millones de personas, cientos de hogares con todos sus miembros parados y no hay visos de que esto se detenga ahí y empecemos la recuperación. ¿a dónde vamos a llegar? ¿Cómo va a resistir España ésta situación? ¿Por qué se ha producido?
Buceando en los libros de historia la palabra crisis aparece con frecuencia; “nada es nuevo bajo el sol”, ya lo he dicho en otras ocasiones. En 1929, la aparentemente boyante economía española impuesta por Primo de Rivera acabó en un fracaso; usando el proteccionismo, las obras públicas y la exportación el gobierno consiguió reducir el paro y meter dinero en el sistema económico de la época; pero la falta de un sistema fiscal justo y eficaz y el lanzamiento de empréstitos con alto tipo de interés traen como consecuencia un desequilibrio de la Hacienda y la acumulación de una deuda pública desorbitada; aparte ello, el proteccionismo no favorece la competitividad, ya que otros países no estaban dispuestos a abrirnos las puertas si nosotros se las cerrábamos y la sobre valuación de la peseta por razones de prestigio favoreció la fuga de capitales y dificultó la venta de productos nacionales.
Dado mi corto entendimiento sobre economía tengo que buscar muchas veces que significan las cosas que producen los vaivenes en la economía; de otros tengo una ligera idea; y casi nunca tengo tiempo de enterarme bien y ahondar en los asuntos. Pero la sensación que sí tengo es que lo que está pasando ahora ha ocurrido ya otras veces (otras muchas veces diría yo). Así que me parece que está tomando cuerpo el dicho popular “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”. ¿Dos veces, o doscientas?
Por si esto fuera poco y abundando en los refranes: “Al perro flaco todo se le vuelven pulgas”; en plena crisis se declara una epidemia de gripe porcina que amenaza con poner en jaque a las autoridades sanitarias mundiales. Incluso se habla de “sellar las fronteras”, con el quebranto que esto traería. Esperemos que, al menos en algo, hayamos avanzado y esta plaga pueda ser erradicada con rapidez.

¿POLITICAMENTE CORRECTO?

Que algo sea políticamente correcto o no es una frase que se usa últimamente con frecuencia y que vino a mi mente hace algún tiempo cuando alguien llegó a mi lugar de trabajo preguntando por una calle (suele ocurrir con frecuencia al estar situado en la entrada del pueblo); cuando me dijo el nombre de la calle que buscaba me quedé un poco sorprendido: “Manuel Azaña”.
“Un momento –le dije-; nunca hubiera imaginado que existiese en Benalup una calle llamada Manuel Azaña; voy a consultar en el callejero”.
Y, efectivamente, hay una calle que se llama así, situada por la zona del polideportivo conocido como “las pistas verdes”.
Tras darle las oportunas indicaciones a esa persona para que llegara a su destino, dos pensamientos me vinieron inmediatamente a la cabeza; el primero de ellos es que hay zonas y calles del pueblo que no conozco, o que hace años que no visito y han cambiado tanto que están irreconocibles para mí. Esto no es de extrañar; al fin y al cabo, no tenemos una computadora por cerebro para conocer todas las calles, plazas, callejas y vericuetos del pueblo y a mí la memoria ya empieza a darme un poquito la lata en el umbral de los cuarenta y seis años. Así que decidí recuperar mi “memoria histórica” y darme de vez en cuando un garbeo por los rincones del pueblo para ver su evolución.
Pero lo que me dejó más pensativo es que el presidente del gobierno español directamente involucrado en los “sucesos de Casas Viejas” tuviera el nombre de una calle en éste pueblo, al igual que la tienen otros protagonistas de éstos hechos como Maria Silva o Francisco Cruz así que me “comí el coco” un poquito reflexionando sobre el tema.
Recordando una imagen que vi hace algunos años en la televisión, donde dos enemigos, excombatientes de la guerra civil se abrazaban, cincuenta años después de los hechos, pensé: si se trata de algo así, de reconciliación, tal vez sea por eso que existe esa calle con ese nombre. Pero... a mi me resulta... no se, quizá podría definirlo como chocante; según los datos que yo he podido manejar sobre la historia, no se ha podido aclarar el grado de implicación de Azaña en los hechos, como dice Mintz en su libro “Los anarquistas de Casas Viejas”; bien es cierto que cuando dijo aquello de “En Casas Viejas no ha ocurrido, que sepamos, sino lo que tenía que ocurrir”, no sabía que aquí se había asesinado a varias personas o, como él mismo matizó, no sabía que “hubiera ocurrido algo que una persona honorable no puede aprobar”; cierto es también que las acusaciones de su implicación en los hechos venían en su mayoría de enemigos políticos que buscaban su destrucción (los políticos buscan el desgaste de su oponente zarandeándolo fuertemente con cualquier hecho con el que pueda estar relacionado, aunque sea de pasada) o por parte de sectores que creían que la actuación de los guardias en los sucesos fue fruto de las órdenes dadas por él y el director de seguridad Menéndez. Es más, fue el propio Azaña quien finalmente exigió una investigación oficial para determinar la responsabilidad del asunto.
Pero, en todo caso, y sin ánimo de abrir un debate, sin ánimo de reabrir viejas heridas y sólo por el hecho de la sorpresa que me causó conocer el nombre de ésta calle es por lo que me he preguntado: ¿poner ese nombre a una calle en Benalup-Casas Viejas es políticamente correcto?

APUNTES DE LA HISTORIA (XV). ALCABALA.

Es una palabra de origen musulmán (al-qabal, "gabela"), uno de los primeros impuestos que se aplica en la Edad Media en Al-Andalus; el Rey Alfonso XI necesitaba recursos para emprender la conquista de Algeciras en la lucha contra la dominación árabe en la península ibérica por lo cual pidió a las cortes de Burgos una partida extraordinaria de dinero; estas instauraron, con carácter provisional, la recaudación de alcabalas en algunas ciudades de Castilla y León mientras duraba la campaña de reconquista; el impuesto era diferente del "derecho de portazgo", que se pagaba al rey por la entrada de mercancías en la ciudad. La alcabala se aplicaba sobre las transacciones realizadas en los zocos y era proporcional al valor de lo vendido. No obstante, una vez que Algeciras fue reconquistada, las cortes prorrogaron la recaudación del impuesto por seis años, seguidos de otras prorrogas hasta que se convirtió en un impuesto ordinario durante el reinado de Juan I y acabó siendo uno de los impuestos castellanos más característicos que perduró hasta el siglo XIX. Este sistema impositivo influyó de forma negativa en la economía peninsular, ya que carecía de medidas de corrección. Actualmente vivimos entre impuestos; todo lo que se mueve lleva impuestos: el más popular, el IVA, heredero de la alcabala, que grava todas las transacciones comerciales y destaca en la larga lista...IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas -en las empresas Impuesto de Sociedades), II.EE. (Impuestos especiales, que gravan el carburante, el tabaco, el alcohol), IMVH (Impuesto sobre la Venta Minorista de Hidrocarburos -cuatro pesetas más -aparte de los II.EE. y el IVA- para el gobierno por cada litro de gasolina o gasóleo que ponemos en el coche)... No sé como será en otros países, pero yo veo la presión fiscal en España es muy elevada.

MISIONES POPULARES EN BENALUP

Se ha comentado en algunos blogs de la janda el tema de las "misiones populares" en Benalup, y alguien me preguntó mi opinión el otro día, atendiendo a los comentarios que yo ya alguna vez he hecho sobre la iglesia católica. Como comenta Salus en su blog, lo de las misiones populares no es nuevo e informa de las que se hicieron en 1947; allá por los años setenta, en los centros escolares de Benalup (bueno, en el que había en aquella época, "el Padre Muriel"), también tuvimos una dosis de misiones populares con unos frailes venidos de fuera. Claro que, entonces, había poco espacio para lo que Salus sugiere (muy acertádamente): la reflexión, la participación, el espíritu crítico, el debate... Entonces todo era impuesto. No he asistido a ninguna reunión, pero, de todas formas, bajo mi punto de vista, puede ser un hecho positivo lo de éstas misiones (basadas en las palabras de Jesús reflejadas en la biblia: "Id y predicad el evangelio a toda criatura"), siempre y cuando tales misiones fomenten valores como la paz, el entendimiento, la convivencia, el perdón y otros aspectos como uno de los que cita Norberto en su blog (ayudar a los matrimonios a descubrir la importancia de la familia) al margen de lo estrictamente religioso, en lo cual, ya saben, no comparto la doctrina católica en muchos de sus aspectos. Creo también que la iglesia católica necesita un profundo cambio; durante siglos ha sido una institución anclada en el poder e incrustada en los estados como uno más, haciendo, deshaciendo e imponiendo en las vidas de las personas, mandando gente a la hoguera en los tiempos de la inquisición, alabando regímenes dictatoriales hasta anteayer y omitiendo la segunda parte de la frase reflejada en el párrafo anterior. Cuando Jesús dijo "Id y predicad el Evangelio a toda criatura", añadió "El que creyere y se bautizare, será salvo; el que no, será condenado". Esto implica un mensaje muy claro: la libertad de decidir. La libertad de poder decir: "Vale, acepto el cristianismo" o de contestar (educadamente) "Lo siento, no me interesa". Lamentablemente lo de la decisión fue omitido por la institución católica y a lo largo de su historia se ha pateado el mundo intentando convertir en cristianos a todos los pueblos a base de alfanje, inquisición y excomuniones. Con Inglaterra parece que chocó frontalmente y un rey con un par de bemoles les dijo: "Oigan, en mi país mando yo", pero en España tenemos todavía reminiscencias de ese "evangelio impuesto". Así que, si estas "misiones populares" son un cambio para descender del pedestal del poder y abrir un camino de apoyo a los valores sociales esenciales tan deteriorados en la actualidad como los citados más arriba bienvenidas sean; luego podremos empezar a hablar sobre doctrina... por supuesto, desde la libertad y el respeto, como apostilla Salus.

AQUELLAS SERIES DE TELEVISION (IX) EL COMISARIO MACMILLAN

El famoso Rock Hudson dio vida, en los años setenta, al Comisario de Policía Stewart Macmillan, acompañado por su encantadora mujer Sally (Susan Saint James), luchando contra el crimen en la ciudad de San Francisco; televisión española comenzó a emitirla en el año 1974, dentro del programa dominical “Estrenos TV”, donde también aparecían McCloud y Colombo habitualmente. En 1976 Susan Saint abandonó la serie (siempre hubo rumores de que no se llevaba bien con Rock Hundson), la cual pasó a llamarse simplemente “Macmillan”, aunque ya no fue igual y sólo estuvo en antena un año más a partir de ahí. Macmillan fue una serie entretenida por la chispa que ponían sus protagonistas; además, el policía ocupaba un alto cargo (comisario) con lo cual no fue tan agudo el estigma que sufren la mayoría de series de televisión o películas policíacas: el típico policía enfrentado a todos, agobiado por su jefe, pero que al final acaba teniendo razón.

CALDERERO, SASTRE, SOLDADO, ESPIA...

Este es el título de una serie televisiva basada en un libro de John Le Carré, (pseudónimo de David Cornwell, antiguo diplomático y espía inglés), autor de varias famosas novelas de espionaje; yo no lo he leído, pero cabe suponer el desarrollo de estas profesiones por parte del protagonista. No sé si será así en el libro; pero así es en la vida real. Nos convertimos con el paso de los años en “maestrillos” de una serie de profesiones las cuales tenemos que desempeñar al margen de nuestro trabajo. Alguna que otra vez al mes hemos de ejercer de electricista, jardinero, cocinero, chofer, carpintero, economista, asesor, diplomático, juez, técnico electrónico... todo con más o menos fortuna en base a nuestras capacidades manuales, pero inevitable ejercicio ya que no podemos llamar a un especialista para resolver los pequeños problemitas planteados en las casas. Mi actual preocupación, sin embargo, no está fundada en el hecho de que tenga que hacer todas esas cosas sin los necesarios conocimientos (solo lo aprendido a base de tortas con las diferentes materias); mi actual preocupación por desempeñar profesiones que no me corresponden es que, dadas las actuales circunstancias en que la sociedad está viviendo, también tenga que llegar a ejercer de policía; y una cosa es recibir un calambrazo al cambiar un enchufe y cargarse media instalación del hogar y otra muy distinta es lanzarse a la calle a recibir (o a dar) vaya usted a saber que clase de vapuleo por proteger a los tuyos. Exijo una sociedad más segura, donde podamos salir a la calle sin el riesgo de caer en las garras depravadas de la élite del mal; para eso habría que cambiar muchas cosas. ¿Cuándo empezamos?

AQUELLAS SERIES DE TELEVISION (VIII). LOS CUATRO DETECTIVES

"Los cuatro detectives” es el título de unas sevillanas que el genial Pede Da Rosa dedicó a cuatro series de televisión que alcanzaron fama en su época, describiendo en tono humorístico a sus protagonistas y sus cualidades o manías: Kojak, Colombo, McCloud y Banacek. Telly Savalas era el actor que protagonizaba al inefable teniente de la policía neoyorkina “Kojak”, famoso por su calvicie total y su manía de llevar siempre un chupa-chups en la boca, aparte de su astucia y sarcasmo; Peter Falk dio vida durante años al teniente Colombo. El aspecto de éste era el de un hombre completamente desaliñado, con una gabardina vieja que, en un episodio, hizo que le confundieran con un indigente. Se trataba, sin embargo, de un perspicaz detective que solucionaba los casos más intrincados gracias a una simple prueba que avistaba en el transcurso de la investigación. Aunque nunca aparecía en pantalla, la mujer de Colombo jugaba un papel fundamental en la trama ya que el protagonista siempre la tenía presente de una u otra forma. McCloud, protagonizado por Dennis Weaver, era un sheriff de Nuevo Méjico que aterrizó como policía en Nueva York, en cuyas calles desplegó sus métodos de cowboy para luchar contra la delincuencia, vistiendo la típica indumentaria vaquera y provocando un enfado tras otro a su jefe. Banacek no era policía, sino un investigador de seguros de origen polaco y, como tal, recitaba varios proverbios polacos en cada episodio; acompañado de Jay su “chofer tan prudente” (como lo describe Pepe Da rosa en la canción) Banacek se ganaba la vida merced a las recompensas que las compañías de seguros ofrecían por la resolución de casos de robos de objetos valiosos, como joyas u obras de arte. Fue estrenada en TVE en 1974 y su protagonista era George Peppard, al que, años más tarde, pudimos ver encarnando al Coronel Anibal Smith en otra serie de éxito: “El equipo A”

HUMOR

El humor es esencial para vivir; tomarse la vida con cierta dosis de humor es algo que puede ser beneficioso para la salud (incluso hay terapias de risa); los humoristas profesionales convierten en humor todo lo que ven y, algunas veces, más de lo que debieran. Escribo ésta entrada justo al comienzo de un nuevo programa de humor en TVE que ha comenzado a emitirse; uno de los protagonistas ha comentado que han intentando hacer un programa de humor clásico, donde toda la familia pueda divertirse. ¿Lo conseguirán? Desde que tengo televisión he visto muchos programas de humor y mucha forma de hacer humor; no todas me han gustado, porque por mucho que tengamos que tomarnos la vida con esa dosis de humor necesaria, creo que no podemos utilizar un drama para hacer chistes. Como he comentado en alguna otra entrada siempre hay espacio para poder desarrollar todos los campos y aspectos de la vida sin faltar al respeto a los demás. Esto no quiere decir explícitamente que los humoristas falten al respeto en general o en particular a la gente; solo me refiero, repito, a dramas humanos convertidos en bromas, estén cercanos o lejanos en el tiempo. En estos tiempos que corren, donde impera la ley del “todo vale”, hagamos una apuesta por el humor sano.

TECNICAS

De la nada el hombre ha creado técnicas para todo; desde la forma de suplir las necesidades básicas como la comida (convirtiendo la gastronomía en un refinado arte, no solo en la cocina sino en la mesa con todo tipo de cubiertos -incluso alguno que parecen palaustres de albañil-, etiquetas y estilos para comer) hasta la distracción, con las modernas técnicas de hacer cine. Mi abuelo, que del despegue tecnológico sólo alcanzó a ver en los últimos años de su vida la televisión en color, solía exclamar, cuando veía alguna escena de acción o una sucesión rápida de imágenes en la pantalla: “¡Hacen todo lo que quieren con la electricidad...! Las técnicas han evolucionado de manera espectacular en los últimos tiempos; cuando yo era pequeño íbamos a pescar con una caña de bambú, la tanza, el corcho, el anzuelo y el cebo (grillos o luas). Hoy el pescador lleva tantas cosas que parece “rambo”, incluida la vestimenta apropiada, la correspondiente licencia y un seguro, por no hablar de las “técnicas” para capturar los pescados. En los coches no digamos; desde aquellos coches antiguos donde casi todo funcionaba a manivela (incluso el arranque), hasta los de hoy, donde solo se trata de apretar botones, con ordenador de a bordo, airbag por si te estrellas y chip incorporado por si te lo roban sepas donde esta gracias al GPS. Podríamos pasarnos media vida analizando la evolución de todas y cada unade las técnicas en todas las áreas; y, por supuesto, entre tanta evolución no podía faltar la evolución de la especulación y el arte de crear dinero ficticio, dinero de la nada para enriquecerse, culpables ambas cosas, entre otras, de la crisis que actualmente padecemos. Pues a ver si ya que estamos en el siglo XXI, la humanidad se espabila y evoluciona para alcanzar su grado de perfección en los aspectos de respeto, libertad y paz.

VIENTOS DE CAMBIO (II)

La otra tarde me comentaba un lector del blog, a propósito de mi entrada sobre los cambios vertiginosos que estamos viviendo, que el problemas es, precisamente, ese, que los cambios son demasiados rápidos, como yo decía, porque así es la vida de la sociedad de hoy: vivimos vertiginosamente, somos esclavos del reloj, hemos entrado de golpe en la era del estrés. Necesitamos frenar un poco e ir más despacio, por mucho que nos digan que la vida son dos días y hay que vivirla. Pues sí, tienen razón; serán dos días y hay que vivirla, estamos de acuerdo, pero un poquito más despacio no vendría mal. Esto es lo mismo que hacer deporte: a veces hay que correr, para habituar el cuerpo al ritmo y al esfuerzo, pero también hay que pasear, relajarse y disfrutar del paisaje, o simplemente de la caminata. Y un último apunte acerca de los cambios innecesarios: el hecho de cargarse de un plumazo uno de los planetas y dejar ocho en vez de los nueve de toda la vida me recuerda el libro de George Orwel l titulado “1.984”, donde describía una sociedad mentalmente dominada por los gobernantes y donde tenían un “Ministerio de la Verdad”, encargado de convertir en cierto lo que en el pasado era mentira o no existía. Si este ministerio lo tuviésemos hoy se encargaría de borrar cualquier referencia a los nueve planetas y meter en nuestras mentes que desde siempre solo hubo ocho. Menos mal que todavía el pensamiento es libre.

VIENTOS DE CAMBIO

Cuando acaben de leer esta entrada supongo que me llamaran “conservador”, pero yo, de la política, estoy un poquito alejado (lo cual no quiere decir que no me preocupe por ella y su desarrollo y, además, yo creo que tiro más a progresista porque no me gusta tampoco el inmovilismo).
Bueno, a ver si me aclaro; el caso es que estoy harto de cambios. En política y en todo; siempre he dicho (y creo que en alguna entrada de éste blog está reflejado) que los cambios, aunque sean pequeños, si son para bien, bienvenidos sean.
Pero es que, en los últimos años, hemos entrado en una vorágine de cambios que más que hacernos las cosas mejor lo que hacen es liarlas y crear desazón en la sociedad o, al menos, así lo percibo yo. Por cambiar, incluso han cambiado el "Padrenuestro", que tiene dos mil años de historia. Si hay algo que está bien, ¿por qué cambiarlo? Se puede mejorar, sí; pero, ¿qué es lo que pasa con esa mejora? Primero que se lía una polémica entre partidos políticos; luego se pasan la legislatura entre dimes y diretes, que si apruebo, que no apruebo, que si apoyo, que no apoyo, que si cambios, que si enmiendas...Total, que casi al final de la legislatura aquello se aprueba y cuando empezamos a prepararnos para el cambio llega otro partido político que lo quiere cambiar otra vez, pero no para ponerla como estaba antes, sino de forma diferente. Y todo empieza de nuevo desde cero y sigue por el mismo camino.
¿Cuántos cambios hemos tenido en educación desde que tenemos democracia? ¿No es éste un tema clave en la sociedad para que los partidos políticos se pusieran de acuerdo y dejaran las cosas quietas por una legislatura o dos y volvieran a revisarlas transcurrido éste tiempo, durante el cual se deberían estudiar los fallos, las virtudes y los posibles complementos a implantar? Pues no, están enfrascados siempre en hacer una nueva ley de educación o en cambiar la que hay; los estudiantes nunca saben a que atenerse y yo creo que esto es perjudicial para sus carreras. Pero no sólo pasa con la educación; pasa con todo. Por mi trabajo conozco todo tipo de leyes que están siendo cambiadas constantemente. Un caso especial que recuerdo nos mantuvo ocho meses paralizado en un negocio porque el gobierno catalán había recurrido una ley que concedía a Andalucía determinadas competencias. Un desbarajuste. En definitiva, no estoy en contra de los cambios, pero creo que no deberíamos correr tanto; parar un poco y, antes de enfrascarnos en un cambio, dejar que ruede la cosa estudiando mientras sus posibles complementos; me refiero, lógicamente, a si la cosa va bien porque resulta que, aunque los vientos de cambio se hayan convertido en huracanes, algunas cosas que deberían ser cambiadas con rapidez, van inusitadamente lentas.

APUNTES DE LA HISTORIA (XIV) ¡VIVA LA PEPA!



Hace unos días pasé junto al monumento a las “Cortes de Cádiz”; tomé unas breves imágenes (no tienen mucha calidad, lo siento, pero no llevaba el equipo adecuado y yo tengo poco de Spielberg) y decidí investigar un poco sobre el eje central del acontecimiento que se va a celebrar dentro de tres años: la Constitución de 1812. Fue promulgada el 19 de marzo de 1812, día de San José, así que es lógico el apelativo de “la Pepa”; fue la primera constitución española donde se definió por primera vez la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y la soberanía popular, donde el poder residen en el pueblo. Fue redactada en San Fernando (Cádiz) por las Cortes Constituyentes; con diez títulos y 384 artículos es la más extensa de todas las constituciones españolas, fue muy rígida en cuanto a la reforma y pretendió introducir una organización estatal basada en principios liberales, aunque esto no significó una plena soberanía popular ni una democracia absoluta, ya que el sufragio no era universal; quedaban excluidas las mujeres, los sirvientes domésticos y, en los territorios americanos, los esclavos y para ser diputado era necesario disponer de una buena renta anual procedente de bienes propios. Por otra parte la constitución declaraba el carácter confesional católico del estado español. No obstante se garantizaban una serie de derechos, como el derecho a la propiedad, la igualdad ante la ley, la prohibición de detenciones arbitrarias, la inviolabilidad del domicilio o la abolición de la tortura; estuvo en vigor en tres periodos alternos finalizando el último con la promulgación de la constitución de 1837. No era una constitución tan buena como la que tenemos hoy, evidentemente, pero ya apuntaba maneras y, además, fue redactada y promulgada en un momento clave de la historia de España: durante la guerra de la independencia.

LAURA GALLEGO, LA REINA DE LA COPLA.




Ha finalizado la segunda edición de "Se llama copla", un programa de Canal Sur Televisión que ha dado un impulso no solo a la copla, ese genero musical que muchas veces es denostado en la actualidad pero que es, pese a todo, un estilo de hacer música que llega a lo más profundo del alma, enerva los sentimientos, emociona, te hace vibrar al compás de unos acordes con la voz desgarrada del cantante y las notas musicales desgranadas por la orquesta, sino también a una serie de jóvenes que han puesto la ilusión de su vida en interpretar ese tipo de canciones. La vencedora ha sido Laura Gallego; para mí ha sido desde el primer día la "reina de la copla": por su voz, juvenil maravillosa, por su arte, por su salero, por su gracia, cantando y hablando y por su personalidad, porque una chica de dieciséis años que se atrevió a pedir el cambio de la letra de una copla que tenía que cantar (con el bagaje que tiene la copla en España), porque esa letra era de corte machista, tiene que tener una personalidad arrolladora. No obstante, muy buenos artistas han pasado tanto por ésta como por la primera edición, a todos los cuales envío un saludo y un mensaje de apoyo para que continúen cantando y desarrollando su carrera musical. Mi felicitación para Laura a la que espero poder ver algún día en directo en uno de los muchos conciertos que se merece tener como la gran artista que es. Estos dos vídeos son sendos fragmentos de su actuación en la gala final en la cual se ha proclamado vencedora; en la página web oficial del programa están todas sus actuaciones.

CRISIS-SOLUCIONES

Hace varios días, en televisión española, un programa especial abordó la crisis (CRISIS, SOLUCIONES), con presencia de representantes gubernamentales, de la oposición, de los sindicatos y de los empresarios. Las cosas que me llamaron la atención de todo lo que dijeron los tertulianos fueron las siguientes: * La crisis es mundial y del sector financiero, pero en España estaríamos en crisis aún sin crisis internacional. (Pues estamos apañados) * Hay que tener austeridad en el gasto público, lo cual permitiría bajar los impuestos. (Pues si se baja el gasto para protección social, ¿qué pasará con los parados? * Se planteó la cuestión de que sector reemplazará al “ladrillo”. (No hubo respuesta) * Se aboga por reformas estructurales. (¿Pero qué reformas?) * Si se rebaja la cotización a la seguridad social, en cinco años se arruina el sistema. (¿Cómo es posible?) * La crisis ha sido generada por que se ha llevado hasta sus últimas consecuencias el sistema especulativo. (¿Cómo acabar con los especuladores?) * A la pregunta sobre abaratar el despido, la respuesta fue “No” por parte de gobierno, oposición, sindicatos y empresarios; pero estos últimos explicaron que les han malinterpretado. Ellos no quieren abaratar el despido establecido actualmente (con 45 días de indemnización por año trabajado) lo que sí quieren es convertir, dicen, a los eventuales en fijos pero con un despido de veinte días de indemnización por año trabajado. (El debate de siempre: ¿abaratar el despido generará trabajo? Si de lo que se trata es de dar trabajo, no de que los trabajadores sean despedidos) * La línea ICO no llega a las empresas. (¿Cómo es posible que ocurra eso en la situación en la que estamos?) * Con un sistema educativo sin consenso no hay buena educación y por lo tanto no habrá buena formación. (Estoy de acuerdo; cada gobierno crea sus propios planes educativos, siempre lo están cambiando todo y esto no es bueno) * Dicen los empresarios que son ellos los que dan trabajo, no los sindicatos ni el gobierno, pero que la financiación no llega. (Ya estuve hablando de esto una vez; ¿no es hora de zarandear a los bancos, o no es cierto lo que nos han dicho de que nuestro sistema financiero es sano y los bancos están en peligro? ¿Caja Castilla la Mancha ha sido la primera de una serie o es un caso aislado?) * Dicen que la intermediación entre trabajadores y empresarios debe hacerla la empresa privada, en vez del INEM, que no sabe. (¿¿¿???) Por último, se preguntó por parte de la presentadora: ¿”Hasta cuando la crisis?”. No hubo respuesta; después de un rato todo se desvió hacia disquisiciones políticas y, al final, yo no me enteré de ninguna medida para solucionar la crisis. No quiero ser pesimista, pero empiezo a pensar que no la hay. Ojalá Obama tenga razón y estemos en el buen camino, porque esto no se puede soportar por mucho tiempo. Se ha celebrado una nueva reunión del G-20 (más algunos invitados como España); no sé cuál será el motivo, pero da la sensación de que todo eran prisas y que deseaban cerrar el acuerdo de la declaración final cuanto antes. Creo que ésta una ocasión para que estuvieran reunidos un mes, si hace falta, para resolver el grave problema que tenemos, sin prisas, analizando y estudiando el tema. ¿O es que ya estaba todo hablado y solo han ido a hacerse la foto y firmar la declaración final? No lo entiendo.

APUNTES DE LA HISTORIA (XIII). LA CRISIS DE 1929



Echando la mirada atrás y posándola en 1929, encontramos cierto paralelismo con la situación que tenemos actualmente encima; la crisis de 1929 es definida como la más importante de todas las crisis (hasta hoy), que llevó la miseria a millones de seres humanos en todo el mundo; fue una crisis de crédito y de superproducción. La primera guerra mundial había traído un aumento de la producción industrial desmesurada para abastecer a los beligerantes, sin existir, tras la guerra, un aumento de la demanda y capacidad de compra; pero la crisis incide también en el crédito y la bolsa, ya que, para paliar la ausencia de capitales tras los gastos de la guerra, se vuelve al sistema del siglo XIX de dar grandes créditos pero sin seguir un control básico del sistema. En Estados Unidos, por ejemplo, se presta dinero y se conceden créditos sin medir las posibilidades propias y ajenas (lo mismo que ha ocurrido ahora con los préstamos a tutiplén para las hipotecas subprime que han llevado a la ruina a un montón de bancos o ha puesto al borde de la quiebra a otros muchos en todo el mundo), la especulación (lo mismo que en ésta ocasión) hace subir los valores bursátiles y e incluso se piden préstamos para comprar acciones. De pronto, en octubre de 1929, se produce el “crac” de la bolsa de Nueva York; enormes cantidades de acciones sin apenas valor son puestas a la venta por personas que necesitan dinero líquido a cualquier precio, situación que continúa hasta 1932; las fábricas se detienen con sus almacenes repletos de mercancía sin salida, el paro se extiende masivamente... En ésta ocasión parece que la bolsa está aguantado el tirón a trancas y barrancas; en aquella crisis el Estado intervino en la economía, con la consiguiente “crisis”, valga la redundancia, del capitalismo liberal y la ruina del libre cambio, el cual fue sustituido por el bilateralismo y el proteccionismo. No soy un experto en economía, pero algunos de los términos (como el proteccionismo) se escuchan en la actualidad; en 1929 cada país afronta la crisis económica con medidas, en ocasiones de diferencias muy marcadas. Hoy parece que hay una tendencia ha hacerlo todo junto, aunque no vemos que, de momento, las soluciones afloren.
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