NAVIDAD

Hace más de veinte siglos que nació un Hombre de manera totalmente contraria a las leyes de la vida. Este Hombre vivió en la pobreza y permaneció en la oscuridad la mayor parte de su vida. No viajó mucho. Sólo una vez cruzó la frontera del país en que vivía; eso fue cuando niño: sus padres tuvieron que marchar al exilio.
No poseía ni riqueza ni influencia. Sus familiares eran gentes sencillas y ni tenían preparación ni muchos estudios.
Cuando todavía era niño sorprendió a los doctores por lo atinado de sus respuestas. Cuando fue hombre, se le vio dominar a las mismas fuerzas de la naturaleza; anduvo sobre las olas como sobre un pavimento y ordenó al mar que amansara su furia para poder descansar.
Sanó a las multitudes sin medicinas y no cobró nunca nada por sus servicios.
No escribió un solo libro, y, sin embargo, todas las bibliotecas públicas del país no podrían contener todas las obras que se han escrito sobre El.
No compuso nunca ninguna canción, y, sin embargo, ha provisto el tema de las más grandes composiciones musicales.
No fundó ningún colegio, pero todas las escuelas juntas no podrían reunir tantos alumnos como discípulos El ha tenido a lo largo de los siglos... ("El Incomparable"- TCCH, con permiso de EEV).

Algunos se apropiaron de su nombre y de su Obra con fines perversos, otros sufrieron la muerte por seguirle.
En la actualidad, instalados en la cómoda sociedad del bienestar, aprovechamos el aniversario de su nacimiento para celebrar unas fiestas institucionalizadas, programadas y convertidas en la élite del comercio y el consumismo, disfrazadas de caridad y buenos deseos, con medio país paralizado por la nieve y el otro medio por las fiestas y los puentes.
Pero no hay que generalizar; habrá mucha gente que sienta estas fiestas como algo realmente espiritual y celebrarán él nacimiento al margen de la parafernalia comercial como la venida del Salvador.
Pero, se preguntarán muchos, ¿de qué nos tiene que salvar?
Bueno, ese es un tema que toca de lleno la sensible fibra religiosa y merece un detenido estudio aparte. Pero si nos consideramos autosuficiente y estimamos que, en modo alguno, necesitamos la presencia de Dios en nuestras vidas, puede que baste una mirada alrededor para ver como está el mundo y nos demos cuenta de que ni somos autosuficientes, ni siquiera suficientes, ni siquiera capaces de llevar una vida de sentido común, así que sería bueno ir pensando en estudiar la posibilidad de, algún día, escudriñar lo que El tiene que decirnos para ver si hay solución porque, al margen de la religión, estamos perdiendo los valores, estamos perdiendo la cordura, estamos perdiendo la humanidad... o, simplemente, estamos perdiendo.
Por encima de religión, comercio u otras historias, FELIZ NAVIDAD, entendida como un periodo de menos trabajo, más asueto, más deseos de mejorar y buenos propósitos para con el prójimo.
Y también entendida como el aniversario del nacimiento de Aquel que nos puede salvar, origen de la Navidad; origen que a veces se nos olvida agobiados por los compromisos sociales, las compras, las fiestas, las comidas... y ocurre lo que se describía en éste relato aparecido hace unos días en el blog "Así me lo contaron".