De todos es conocida la situación en las inmediaciones de Somalia, donde los piratas campan a sus anchas asaltando barcos a diestro y siniestro; quizás si profundizamos en las motivaciones de ésta gente, a la luz
de las informaciones de las que disponemos, podríamos descubrir que sólo son gente hambrienta que busca dinero
para subsistir: todos sabemos de que Somalia es un caos, de la globalización y de la pobreza que azota determinadas regiones aderezada con luchas fratricidas internas que solo dejan miseria. Pero ésto no es excusa; otros son los caminos, deben de serlo, para conseguir comida, y no andar asaltado barcos, secuestrando personas y robando productos que en muchos casos son, precisamente, para paliar el hambre en aquellos lares.
La comunidad internacional ha tomado cartas en el asunto y varios países han enviado buques de la armada para proteger los barcos que pululan por la zona; entre esos países está, por supuesto, España, inmersa, como no podía ser de otra manera, en las acciones internacionales programadas por los diversos organismos que tratan de frenar las guerras, el hambre o la miseria en diversos lugares del mundo.
Pero España, como no, tenía que dar el espectáculo: después de que nuestros soldados, jugándose la vida, hayan detenido a unos piratas, en España se monta un cisco de escándalo entre el gobierno, juez y fiscal, sobre competencias y no competencias para juzgarles, sobre si les dejan en libertad o no, etc. ¿Ustedes creen que eso es normal? Vamos, mucho miedo que van a tener los piratas a las fuerzas españolas a partir de ahora. "No os preocupeis -dirán-; son españoles. Nos van a tener unos días en su barco, nos van a tratar a cuerpo de rey, no se van a poner de acuerdo sobre lo que hacer con nosotros y nos van a dejar en libertad después de unos días en los que estaremos super bien asistidos y atendidos." Señores, un poquito de preparación, por favor; cuando se acomete una empresa de éstas es necesario saber exactamente lo que hay que hacer en todas las eventualidades.
A éste paso, después de ver "Piratas del Caribe", vamos a tener que decir que la realidad supera la ficción.
de las informaciones de las que disponemos, podríamos descubrir que sólo son gente hambrienta que busca dinero
para subsistir: todos sabemos de que Somalia es un caos, de la globalización y de la pobreza que azota determinadas regiones aderezada con luchas fratricidas internas que solo dejan miseria. Pero ésto no es excusa; otros son los caminos, deben de serlo, para conseguir comida, y no andar asaltado barcos, secuestrando personas y robando productos que en muchos casos son, precisamente, para paliar el hambre en aquellos lares.
La comunidad internacional ha tomado cartas en el asunto y varios países han enviado buques de la armada para proteger los barcos que pululan por la zona; entre esos países está, por supuesto, España, inmersa, como no podía ser de otra manera, en las acciones internacionales programadas por los diversos organismos que tratan de frenar las guerras, el hambre o la miseria en diversos lugares del mundo.
Pero España, como no, tenía que dar el espectáculo: después de que nuestros soldados, jugándose la vida, hayan detenido a unos piratas, en España se monta un cisco de escándalo entre el gobierno, juez y fiscal, sobre competencias y no competencias para juzgarles, sobre si les dejan en libertad o no, etc. ¿Ustedes creen que eso es normal? Vamos, mucho miedo que van a tener los piratas a las fuerzas españolas a partir de ahora. "No os preocupeis -dirán-; son españoles. Nos van a tener unos días en su barco, nos van a tratar a cuerpo de rey, no se van a poner de acuerdo sobre lo que hacer con nosotros y nos van a dejar en libertad después de unos días en los que estaremos super bien asistidos y atendidos." Señores, un poquito de preparación, por favor; cuando se acomete una empresa de éstas es necesario saber exactamente lo que hay que hacer en todas las eventualidades.
A éste paso, después de ver "Piratas del Caribe", vamos a tener que decir que la realidad supera la ficción.
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