De la última incursión en los libros de historia he extraído referencias de una práctica que se llevó a cabo especialmente en Madrid con anterioridad a 1914 y en toda España -sobre todo en Cataluña- después de la Primera Guerra Mundial: el Lockout (cierre de las empresas por la patronal, del ingles "Lock -cerrar- y Out -fuera", cerrar dejando fuera, como un despido o suspensión colectiva del trabajo), popularmente conocido como "el cerrojazo de los empresarios".
Actualmente está ocurriendo algo parecido, pero por motivos diametralmente opuestos: hoy, el cerrojazo en las empresas viene motivado por la crisis económica, que les ha traído aparejada a los empresarios el descenso de las ventas, la falta de liquidez y la falta de financiación, lo cual imposibilita la subsistencia del negocio. En aquella época, los empresarios recurrían al lockout presionados por las constantes huelgas como respuesta a las mismas.
En agosto de 1920 se plantea el lockout en el ramo madrileño de la construcción;casi noventa años más tarde el ramo de la construcción ha sufrido el vapuleo más grande de la historia moderna debido a la crisis financiera y la especulación. No soy un experto en economía, más de una vez lo he dicho, pero siempre me ha parecido que esa velocidad que tomó el sector de la construcción, velocidad en el trabajo y velocidad en la subida de precios, no iba a traer nada bueno y, desgraciadamente, el tiempo me ha dado la razón, aderezando esa catástrofe con una crisis financiera bestial.
No obstante, parece que el sistema de la oferta y la demanda en que se basa nuestra economía no está funcionando, porque, al bajar la demanda de una manera tan drástica, los precios deberían haber bajado fuertemente también, pero ésto no ha sucedido; en fin, son los entresijos de la economía. Lamentablemente en ésta ocasión no ha sido ningún lockout el causante del cerrojazo.
Actualmente está ocurriendo algo parecido, pero por motivos diametralmente opuestos: hoy, el cerrojazo en las empresas viene motivado por la crisis económica, que les ha traído aparejada a los empresarios el descenso de las ventas, la falta de liquidez y la falta de financiación, lo cual imposibilita la subsistencia del negocio. En aquella época, los empresarios recurrían al lockout presionados por las constantes huelgas como respuesta a las mismas.
En agosto de 1920 se plantea el lockout en el ramo madrileño de la construcción;casi noventa años más tarde el ramo de la construcción ha sufrido el vapuleo más grande de la historia moderna debido a la crisis financiera y la especulación. No soy un experto en economía, más de una vez lo he dicho, pero siempre me ha parecido que esa velocidad que tomó el sector de la construcción, velocidad en el trabajo y velocidad en la subida de precios, no iba a traer nada bueno y, desgraciadamente, el tiempo me ha dado la razón, aderezando esa catástrofe con una crisis financiera bestial.
No obstante, parece que el sistema de la oferta y la demanda en que se basa nuestra economía no está funcionando, porque, al bajar la demanda de una manera tan drástica, los precios deberían haber bajado fuertemente también, pero ésto no ha sucedido; en fin, son los entresijos de la economía. Lamentablemente en ésta ocasión no ha sido ningún lockout el causante del cerrojazo.
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