ATERRIZA COMO PUEDAS (II)



A segunda vista:

La marimorena liada por los controladores aéreos ha dado mucho que hablar. Y dará, hasta que se vaya difuminando en el recuerdo. A medida que avanza el conflicto, se conocen detalles que salen a la luz, como por ejemplo, que hay algunos que ganan seiscientos mil euros al año, otros que ganan trescientos mil o trescientos cincuenta mil euros.
No cabe duda de que el trabajo de un controlador es bastante delicado; cualquier error puede significar una trágica catástrofe. El sueldo elevado es, por lo tanto, algo lógico.
Pero se han salido de toda lógica con este abandono del trabajo; el problema no es reciente, viene de lejos. Que se supiera o no, no lo sabemos; que lo imaginaran, tampoco lo se. Pero si que voy a decirles algo a los controladores:
- la frase fácil seria decirles algo que ya he oído varias veces: Trescientos mil euros y se quejan... ¡Todos al paro!. Pero no soy tan radical.
- hay gente que gana diez veces menos que ustedes, y no solo tienen estres, sino que se juegan diariamente la vida.
- hay gente que gana cien veces menos que ustedes, y no solo tienen estres, sino que sus vidas vagan errantes por el inseguro mundo laboral.
- he oído que estaban ustedes muy indignados por la actitud del gobierno; podían haber hecho esto de otra manera, sin que, ahora, millones de pasajeros a los que han fastidiado la vida estén muy indignados con ustedes.
- han obligado ustedes al gobierno a declarar, por primera vez en la historia democrática, el estado de alarma: dudoso honor.
- en mi primer comentario les decía donde acabarian los empleados de cualquier empresa si se marcharan de su trabajo sin decir nada: en la cola del paro. ¿Han pensado ustedes en la posición privilegiada que ocupan y en la responsabilidad en que han incurrido, por lo cual no les va a ocurrir nada (estamos en España)?
- no voy a entrar en definitiva a cuestionar los sueldos, pero si me van a dejar que cuestione su actitud.
Un apunte:
En Estados Unidos los controladores hicieron algo parecido en el año 1981; el entonces presidente, Ronald Reagan, les dio cuarenta y ocho horas de plazo para volver al trabajo. En caso de que no lo hicieran serian despedidos y no solo eso: no podrian trabajar en la administracion publica para el resto de su vida. Aproximadamente un diez por ciento volvió al trabajo; el resto, un noventa por ciento mas o menos, fue despedido y hasta 1993, en que el presidente Clinton anulo la orden, no pudieron volver a optar a un puesto en la función publica. Veinticinco mil solicitudes se presentaron para cubrir los mas de once mil despidos efectuados.
En fin, mi opinión es una mas, de las miles o millones que pululan por la red; no creo que tenga mucha importancia... solo la que le da la libertad de poder expresarla.

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