FACUA (Federación de Cosumidores y Usuarios) ha pedido a la Comisión Nacional de la Competencia, que abra una investigación en torno a los carburantes, ya que son, dice un siete por ciento más caros que la media europea.
Uno de los puntos denunciados por FACUA es la ausencia de un precio máximo fijado por el gobierno, algo que se dejó de aplicar a finales de los noventa, como consecuencia de la liberalización total del mercado.
Me ha llamado inmediatamente la atención esta información, porque afecta al bolsillo bastante y he echado algunas cuentas, despues de buscar en la red de redes alguna información que comparto en esta entrada.
Desde que entró el euro las gasolinas han incrementado su precio en más de un sesenta por ciento, el Gas-Oil tipo A (para vehículos) ha subido casi un cuarenta y siete por ciento y el Gasóleo B (Bonificado con un menor impuesto especial para la agricultura y maquinaria estática) ha subido la friolera de un setena y ocho por ciento.
Si tenemos en cuenta que en estos años el IPC solo ha subido un veintitres por ciento, nos damos cuenta del camelo del IPC del que hablabamos hace bastante tiempo (en enero de 2008) en éste Blog.
Cuestión muy importante en el tema de los carburantes son los impuestos, ya que no solo llevan IVA, como la mayoria de los productos. Llevan también un impuesto especial (cuarenta centimos en la gasolina, treinta en el Gasoleo) y un impuesto más, el Impuesto sobre la Venta Minorista de Hidrocarburos (cuatro pesetas por litro que en Andalucía han subido al doble, ocho, el pasado verano, debido a la aplicación de un decreto de medidas fiscales para la reducción del déficit público y la sostenibilidad; muy curioso en medio de esta crisis atróz duplicar un impuesto).
Resumen: la mitad de lo que vale un litro de carburante son impuestos, la subida es imparable y encima pagamos más que el resto de los europeos.
Uno de los puntos denunciados por FACUA es la ausencia de un precio máximo fijado por el gobierno, algo que se dejó de aplicar a finales de los noventa, como consecuencia de la liberalización total del mercado.
Me ha llamado inmediatamente la atención esta información, porque afecta al bolsillo bastante y he echado algunas cuentas, despues de buscar en la red de redes alguna información que comparto en esta entrada.
Desde que entró el euro las gasolinas han incrementado su precio en más de un sesenta por ciento, el Gas-Oil tipo A (para vehículos) ha subido casi un cuarenta y siete por ciento y el Gasóleo B (Bonificado con un menor impuesto especial para la agricultura y maquinaria estática) ha subido la friolera de un setena y ocho por ciento.
Si tenemos en cuenta que en estos años el IPC solo ha subido un veintitres por ciento, nos damos cuenta del camelo del IPC del que hablabamos hace bastante tiempo (en enero de 2008) en éste Blog.
Cuestión muy importante en el tema de los carburantes son los impuestos, ya que no solo llevan IVA, como la mayoria de los productos. Llevan también un impuesto especial (cuarenta centimos en la gasolina, treinta en el Gasoleo) y un impuesto más, el Impuesto sobre la Venta Minorista de Hidrocarburos (cuatro pesetas por litro que en Andalucía han subido al doble, ocho, el pasado verano, debido a la aplicación de un decreto de medidas fiscales para la reducción del déficit público y la sostenibilidad; muy curioso en medio de esta crisis atróz duplicar un impuesto).
Resumen: la mitad de lo que vale un litro de carburante son impuestos, la subida es imparable y encima pagamos más que el resto de los europeos.
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