Estamos en la última fase de la Navidad; día seis de enero, dia de reyes. La Navidad ha franqueado la barrera de la religión para convertirse en un fenómeno socio-cultural consumista. Pero tampoco hay que cabrearse mucho por eso: al fin y al cabo, siempre vienen bien unos días de asueto, de comilonas en familia, de festejar la llegada de un año y de hacerse regalitos.
Son los tres segmentos de público a los que, dicen, se enfoca el consumismo de la navidad: la familia (Nochebuena y Navidad propiamente dicha, para la comida fraternal), la juventud (Nochevieja y año Nuevo, para la fiesta) y los niños (reyes, para los regalos), sin perjuicio de que todos los segmentos participen de los otros, obviamente, o sea, que todo es para todos; y no nos olvidemos de la lotería de Navidad y del Niño, los villancicos, el árbol de Navidad y el Belén.
Sin embargo, ¿cuál es el auténtico significado de la Navidad? ¿Hay algún significado que no nos haya sido impuesto por una religión o por una sociedad consumista? El relato que la Biblia nos hace de la Navidad no tiene nada que ver con lo que hacemos hoy.
La historia es de todos conocida: los padres de Jesús estaban de viaje por imperativos legales, se encontraron con el parto y, al no haber sitio en la posada, Jesús vino al mundo en un pesebre. Poco después vinieron a adorarle los pastores y los magos de oriente, hoy convertidos en repartidores de regalos y de ilusiones.
Sin embargo, lo importante de ésta situación no es el cómo, el donde o el cuando, sino el “para qué”. Algo habíamos hecho mal y Dios envió a su hijo para reconciliarnos con él. Tal es el mensaje que la Biblia nos da, y es el auténtico mensaje de la Navidad para los cristianos. Por lo tanto, para los cristianos, es Navidad todo el año, porque todo el año es motivo de alegría el hecho de que podamos reconciliarnos con Dios.
Esto, mirado desde una perspectiva cristiana (digo cristiana, no católica, ojo); desde la perspectiva de otras religiones no tengo ni idea. Y desde la perspectiva de los ateos pues supongo (solo supongo) que lo que he dicho antes: no vienen mal unos días de relax, juerga y comida, aunque sean extrapolados de una religión a una sociedad de consumo.
Son los tres segmentos de público a los que, dicen, se enfoca el consumismo de la navidad: la familia (Nochebuena y Navidad propiamente dicha, para la comida fraternal), la juventud (Nochevieja y año Nuevo, para la fiesta) y los niños (reyes, para los regalos), sin perjuicio de que todos los segmentos participen de los otros, obviamente, o sea, que todo es para todos; y no nos olvidemos de la lotería de Navidad y del Niño, los villancicos, el árbol de Navidad y el Belén.
Sin embargo, ¿cuál es el auténtico significado de la Navidad? ¿Hay algún significado que no nos haya sido impuesto por una religión o por una sociedad consumista? El relato que la Biblia nos hace de la Navidad no tiene nada que ver con lo que hacemos hoy.
La historia es de todos conocida: los padres de Jesús estaban de viaje por imperativos legales, se encontraron con el parto y, al no haber sitio en la posada, Jesús vino al mundo en un pesebre. Poco después vinieron a adorarle los pastores y los magos de oriente, hoy convertidos en repartidores de regalos y de ilusiones.
Sin embargo, lo importante de ésta situación no es el cómo, el donde o el cuando, sino el “para qué”. Algo habíamos hecho mal y Dios envió a su hijo para reconciliarnos con él. Tal es el mensaje que la Biblia nos da, y es el auténtico mensaje de la Navidad para los cristianos. Por lo tanto, para los cristianos, es Navidad todo el año, porque todo el año es motivo de alegría el hecho de que podamos reconciliarnos con Dios.
Esto, mirado desde una perspectiva cristiana (digo cristiana, no católica, ojo); desde la perspectiva de otras religiones no tengo ni idea. Y desde la perspectiva de los ateos pues supongo (solo supongo) que lo que he dicho antes: no vienen mal unos días de relax, juerga y comida, aunque sean extrapolados de una religión a una sociedad de consumo.
1 COMENTARIOS:
hace una hora que me preguntaba si era bien mi tio el autor de ese blog... Ahora, con este articulo, yo creo que si. ;) charlene
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