El aborto es fuente de polémica y ha generado ríos de tinta a favor o en contra; como he comenzado esa serie de apuntes acerca de la historia también ha venido a mi mente una anécdota ocurrida en referencia a un personaje histórico y al aborto, por lo que, a la par de contarla, manifiesto mi opinión sobre el tema.
No soy partidario del aborto; considero que la vida ya ha comenzado con la inseminación y que por lo tanto no se debe interrumpir. Sin embargo, no me muestro inflexible ante casos o situaciones en los que no haya más remedio que realizarlo por causas médicas y creo que cada caso merece un estudio particular y una decisión en concreto. Me posiciono por tanto en contra del aborto libre como medio anticonceptivo.
¿La anécdota?
En una reunión entre pro-abortistas y anti-abortistas, en medio de una acalorada discusión, uno de los presentes, contrario al aborto, dijo, dirigiéndose a un ferviente defensor del aborto: “Profesor, ¿practicaría usted el aborto a una mujer enferma cuyo marido alcohólico la maltrata con frecuencia y que tiene grandes posibilidades de tener un hijo con malformaciones congénitas?”
Y el otro afirmó: “Es un caso claro de aplicación del aborto”
El primero se puso de pie y contestó: “Señores, un minuto de silencio; el Profesor acaba de asesinar a Beethoven”.
Y seguirán corriendo ríos de tinta.
No soy partidario del aborto; considero que la vida ya ha comenzado con la inseminación y que por lo tanto no se debe interrumpir. Sin embargo, no me muestro inflexible ante casos o situaciones en los que no haya más remedio que realizarlo por causas médicas y creo que cada caso merece un estudio particular y una decisión en concreto. Me posiciono por tanto en contra del aborto libre como medio anticonceptivo.
¿La anécdota?
En una reunión entre pro-abortistas y anti-abortistas, en medio de una acalorada discusión, uno de los presentes, contrario al aborto, dijo, dirigiéndose a un ferviente defensor del aborto: “Profesor, ¿practicaría usted el aborto a una mujer enferma cuyo marido alcohólico la maltrata con frecuencia y que tiene grandes posibilidades de tener un hijo con malformaciones congénitas?”
Y el otro afirmó: “Es un caso claro de aplicación del aborto”
El primero se puso de pie y contestó: “Señores, un minuto de silencio; el Profesor acaba de asesinar a Beethoven”.
Y seguirán corriendo ríos de tinta.
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