El pasado domingo estuve en la Pasarela Flamenca de Jerez de la Frontera; siempre es una experiencia interesante visitar lugares nuevos y más si hay eventos como éste, relacionado con la cultura de nuestra tierra.
Recorrí los stands de las diferentes diseñadoras que durante tres días han presentado sus nuevas creaciones ante público y prensa y hasta disfruté, como aficionado a la tecnología electrónica que soy, en el stand de una comercial de máquinas de coser donde exponían lo último en éstos aparatos: máquinas que van dotadas de ordenador.
Luego asistí al pase de modelos de la diseñadora Amparo Macía, amenizado al cante por Laura Gallego, que bordó su actuación acompañando el desfile con versiones flamencas de varias coplas (genial, como siempre).
Pero, como “nunca llueve a gusto de todos” (yo creo que ahora no llueve a gusto de nadie, porque ya todo el mundo está harto de agua), ha habido gente que se ha mostrado opuesta a ésta pasarela (no porque sea flamenca) sino por el hecho de que, decían, en Jerez hay muchas cosas que necesitan actuación urgente y no que la alcaldesa vaya a hacerse fotos con los famosos en la pasarela. Total, que eché un vistazo al debate generado en uno de los medios de comunicación que dio la noticia y admite comentarios a la misma.
Los comentarios son para todos los gustos...
“… los trabajadores del lugar del evento van a trabajar sin cobrar…”
“… ¿Cuánto le va a costar esto a Jerez con el paro que hay?
“… esto a Jerez no le cuesta nada; al revés, los diseñadores pagan y el nombre de Jerez se publicita…”
“… ¿por qué una diseñadora cobra las entradas a ocho euros mientras el resto lo hacen a cuatro?...”
“…ha habido reventa de entradas…”
“…esto es para que el político de turno se haga fotos con los famosos…”
Es el debate que está latente en la sociedad ante cualquier evento, con puntos de vista radicalmente opuestos, con o sin conocimiento de causa; es parte de la riqueza de la democracia. Y para mantener esa riqueza, es necesario que esos puntos de vista sean siempre expresados en todo momento, lugar y asunto con respeto.
Por lo que a mi respecta no puedo entrar a valorar ninguna de las opiniones vertidas, porque no conozco el trasfondo o la realidad de los asuntos tratados; solo puedo decir que pasé un buen rato junto a mi familia y que me gustaría volver el año que viene a disfrutar de nuevo del pase de modelos con trajes de flamenca y de la actuación de mi admirada Laura Gallego.
Recorrí los stands de las diferentes diseñadoras que durante tres días han presentado sus nuevas creaciones ante público y prensa y hasta disfruté, como aficionado a la tecnología electrónica que soy, en el stand de una comercial de máquinas de coser donde exponían lo último en éstos aparatos: máquinas que van dotadas de ordenador.
Luego asistí al pase de modelos de la diseñadora Amparo Macía, amenizado al cante por Laura Gallego, que bordó su actuación acompañando el desfile con versiones flamencas de varias coplas (genial, como siempre).
Pero, como “nunca llueve a gusto de todos” (yo creo que ahora no llueve a gusto de nadie, porque ya todo el mundo está harto de agua), ha habido gente que se ha mostrado opuesta a ésta pasarela (no porque sea flamenca) sino por el hecho de que, decían, en Jerez hay muchas cosas que necesitan actuación urgente y no que la alcaldesa vaya a hacerse fotos con los famosos en la pasarela. Total, que eché un vistazo al debate generado en uno de los medios de comunicación que dio la noticia y admite comentarios a la misma.
Los comentarios son para todos los gustos...
“… los trabajadores del lugar del evento van a trabajar sin cobrar…”
“… ¿Cuánto le va a costar esto a Jerez con el paro que hay?
“… esto a Jerez no le cuesta nada; al revés, los diseñadores pagan y el nombre de Jerez se publicita…”
“… ¿por qué una diseñadora cobra las entradas a ocho euros mientras el resto lo hacen a cuatro?...”
“…ha habido reventa de entradas…”
“…esto es para que el político de turno se haga fotos con los famosos…”
Es el debate que está latente en la sociedad ante cualquier evento, con puntos de vista radicalmente opuestos, con o sin conocimiento de causa; es parte de la riqueza de la democracia. Y para mantener esa riqueza, es necesario que esos puntos de vista sean siempre expresados en todo momento, lugar y asunto con respeto.
Por lo que a mi respecta no puedo entrar a valorar ninguna de las opiniones vertidas, porque no conozco el trasfondo o la realidad de los asuntos tratados; solo puedo decir que pasé un buen rato junto a mi familia y que me gustaría volver el año que viene a disfrutar de nuevo del pase de modelos con trajes de flamenca y de la actuación de mi admirada Laura Gallego.
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