Después del chaparrón que está cayendo con el tema de la corrupción y la situaciones variopintas que se producen cuando algunos miembros de un partido deciden irse a otros o cuando en una misma formación política se tiran los trastos a la cabeza, creo que ha llegado la hora de que los políticos creen un código ético especial para el ejercicio de tal profesión donde quede recogida la forma de hacer política eliminando el “todo vale” y otras cosas como, por ejemplo, la hipocresía política.
Hace algún tiempo escuchamos al líder del PP decir, con motivo de la manifestación contra la nueva ley del aborto, que “el gobierno debe escuchar a la gente”; el gobierno dice que no piensa dar marcha atrás. Cuando la guerra de Irak, el "hoy gobierno entonces oposición" decía lo mismo tras las manifestaciones en contra de la guerra. El "hoy oposición entonces gobierno" tampoco dio marcha atrás. Con lo cual estamos llegando a la conclusión de que aquí nos están utilizando en las manifestaciones para desgastar al gobierno de turno y punto.
Algo parecido comentaba Vicente Peña en su blog, acerca del PSOE, que quería liberalizar el peaje Sevilla-Cádiz y estuvo exigiéndolo los ocho años que gobernó el PP; ahora que ellos gobiernan y que podrían hacerlo ni se habla del asunto. Sin embargo, ahora, es el PP el que lo pide y durante sus ocho años de gobierno no lo hicieron.
Yo no conozco los entresijos de la política, ni sé, realmente, cual es la situación de las cuestiones por las cuales los políticos toman una determinada dirección cuando están en el gobierno o en la oposición, pero lo que sí tengo es la sensación de que lo que aquí se da es hipocresía política, siempre con la misma finalidad, y con eso, la corrupción, los “cambios de chaqueta”… todo lo que se consigue es que se vaya minando la desconfianza hacia los que ejercitan la política, se les vaya metiendo en el mismo saco y terminemos desencantados por completo con la democracia, con el sistema y con las administraciones, si es que no lo estamos ya.
Hace algún tiempo escuchamos al líder del PP decir, con motivo de la manifestación contra la nueva ley del aborto, que “el gobierno debe escuchar a la gente”; el gobierno dice que no piensa dar marcha atrás. Cuando la guerra de Irak, el "hoy gobierno entonces oposición" decía lo mismo tras las manifestaciones en contra de la guerra. El "hoy oposición entonces gobierno" tampoco dio marcha atrás. Con lo cual estamos llegando a la conclusión de que aquí nos están utilizando en las manifestaciones para desgastar al gobierno de turno y punto.
Algo parecido comentaba Vicente Peña en su blog, acerca del PSOE, que quería liberalizar el peaje Sevilla-Cádiz y estuvo exigiéndolo los ocho años que gobernó el PP; ahora que ellos gobiernan y que podrían hacerlo ni se habla del asunto. Sin embargo, ahora, es el PP el que lo pide y durante sus ocho años de gobierno no lo hicieron.
Yo no conozco los entresijos de la política, ni sé, realmente, cual es la situación de las cuestiones por las cuales los políticos toman una determinada dirección cuando están en el gobierno o en la oposición, pero lo que sí tengo es la sensación de que lo que aquí se da es hipocresía política, siempre con la misma finalidad, y con eso, la corrupción, los “cambios de chaqueta”… todo lo que se consigue es que se vaya minando la desconfianza hacia los que ejercitan la política, se les vaya metiendo en el mismo saco y terminemos desencantados por completo con la democracia, con el sistema y con las administraciones, si es que no lo estamos ya.
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