Cuatro militares del ejército estadounidense, acusados de un delito que no habían cometido, formaron "El equipo A", convirtiéndose en mercenarios que se ganaban la vida contratados por gente que sufría problemas que la justicia no podía resolver; ese fue el hilo argumental en un principio y durante muchos episodios los cuatro se pasaban la vida viajando de un lugar a otro, entre tiros, bombas, explosiones y trampas para acabar con "los malos" y perseguidos sin descanso por un militar que no creía en su inocencia y quería meterlos entre rejas. Finalmente, acabaron trabajando directamente para el gobierno como un comando especial; el Coronel Anibal Smith, interpretado por George Peppard, con su puro en la boca y su frase favorita ("Me encanta que los planes salgan bien"), dirigía al peculiar equipo integrado por un experto (pero loco) piloto, un robusto (pero con pánico a volar) sargento y un seductor "ex-hombre de Harrelson".
La serie estaba entretenida para los amantes de la acción (donde nunca había muertos ni heridos, solo aturdidos) y dejaba el buen sabor de boca de los finales felices y los malos en chirona.
La serie estaba entretenida para los amantes de la acción (donde nunca había muertos ni heridos, solo aturdidos) y dejaba el buen sabor de boca de los finales felices y los malos en chirona.
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