"En riguroso directo" es una frase que se emplea mucho en televisión (y supongo que también en radio), cuando se transmite un programa "ipso facto"; en riguroso directo es también como podemos conocer ahora al detalle las vidas de aquellos a los que seguimos en twiter. Aunque hay algunos, como yo, que tuitean poco, y algunas veces en diferido, hay otros que nos van desgranando su vida por horas, y a veces casi minuto a minuto; así pues, podemos saber si se han levantado, como han dormido, si están desayunando, camino del cole, del trabajo o de la universidad, almorzando, haciendo los deberes, merendando, de juerga con los compis, viendo el programa de la tele favorito o, por supuesto, cual es su opinión sobre el asunto del día.
Ni por asomo me pensaba yo, cuando hace unos cuantos años comencé a escribir en este blog, y me maravillaba de que pudieran leerme en los confines del mundo, que habría un sistema que nos serviría en bandeja, y en riguroso directo, la vida de aquellos a los que queramos seguir. Hace poco se hablaba de la desaparición de la prensa escrita; aún no ha desaparecido y ya vamos a tener que empezar a hablar de que la prensa digital tiene los días contados, sustituida por ese "riguroso directo" que nos permiten las redes sociales.
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