El pasado 28 de octubre se cumplieron ciento veinticinco años de la inauguración de la estatua de la libertad; el colosal monumento, regalo del pueblo francés al norteamericano para conmemorar su independencia, es uno de los más famosos del mundo y se convirtió hace años en símbolo de la libertad. Situada en la desembocadura del río Hudson, en una pequeña isla al sur Manhattan, era la primera visión que tenían los inmigrantes europeos al llegar a Estados Unidos en busca de una vida mejor.
La idea del regalo, su construcción y transporte hasta USA (se envió desmontada para volver a instalarla allí, como no podía ser de otra manera), pasó por toda una serie de vicisitudes hasta que por fin, el 28 de octubre de 1886 fue inaugurada, comenzando a tener unas visitas de veinte mil personas en las dos semanas siguientes a la inauguración y, de los ochenta y ocho mil visitantes al año se pasó a un millón en 1964 y actualmente recibe unos tres millones y medio de visitas anuales.
Un gran monumento a la libertad, palabra de la que muchos desconocen su valor y muchos otros no han podido disfrutar aún en este planeta.
La idea del regalo, su construcción y transporte hasta USA (se envió desmontada para volver a instalarla allí, como no podía ser de otra manera), pasó por toda una serie de vicisitudes hasta que por fin, el 28 de octubre de 1886 fue inaugurada, comenzando a tener unas visitas de veinte mil personas en las dos semanas siguientes a la inauguración y, de los ochenta y ocho mil visitantes al año se pasó a un millón en 1964 y actualmente recibe unos tres millones y medio de visitas anuales.
Un gran monumento a la libertad, palabra de la que muchos desconocen su valor y muchos otros no han podido disfrutar aún en este planeta.
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario