Leyendo un extracto del libro “Antología del disparate”, te puedes enterar de que las ideas, después de hablar, se van al cerebro, que las bombas atómicas son productos volcánicos o que los reptiles son animales que se disuelven en el agua.
Como muchas veces repito, a pesar de haber cambiado tanto las cosas, en el fondo nada es nuevo bajo el sol: ya hace la tira de años (por lo menos veinte) publicaron un libro titulado “Barbaridades y disparates en clase”, que recogía perlas estudiantiles como que Ortega y Gasset fueron dos; y ya en el prologo de ese libro se decía que los estudiantes de aquella época serían los profesionales (en todos los campos) del futuro. Hoy es ese futuro y a lo largo de estos últimos veinte años se ha visto, que, efectivamente, algunos, que de carrera nada y de barbaridades escribirían más de una, se han llenado el bolsillo ocupando posiciones para las que no estaban preparados, cualificados o “reciclados.”
La historia se repite, pero tranquilos, que el futuro está en buenas manos.
Como muchas veces repito, a pesar de haber cambiado tanto las cosas, en el fondo nada es nuevo bajo el sol: ya hace la tira de años (por lo menos veinte) publicaron un libro titulado “Barbaridades y disparates en clase”, que recogía perlas estudiantiles como que Ortega y Gasset fueron dos; y ya en el prologo de ese libro se decía que los estudiantes de aquella época serían los profesionales (en todos los campos) del futuro. Hoy es ese futuro y a lo largo de estos últimos veinte años se ha visto, que, efectivamente, algunos, que de carrera nada y de barbaridades escribirían más de una, se han llenado el bolsillo ocupando posiciones para las que no estaban preparados, cualificados o “reciclados.”
La historia se repite, pero tranquilos, que el futuro está en buenas manos.
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