Yo siempre había creído que la solución para arreglar la pirámide poblacional española, pasaba por abrir las puertas a los inmigrantes de manera ordenada para que vinieran a reforzar la base de la susodicha pirámide, que se está quedando raquítica a pasos agigantados, ya que la mayoría de la gente está en la parte de arriba porque, por lo visto, somos un país de viejos. Llegará el pleno empleo, pensaba yo; y no solo eso: tendrán que venir gente de fuera a echarnos una mano porque está claro que, en un futuro no muy lejano, los cotizantes serán menos que los cotizados y el sistema de pensiones peligrará.
Adelantandose a ésta situación, el gobierno ya ha decidido aumentar la edad de jubilación en un par de años, como una de las vías para mantener el sistema sin que éste se venga abajo. No es nada agradable que me hayan dicho que me voy a jubilar a los sesenta y siete años y se me hace muy cuesta arriba hacer un ejercicio de reflexión para encajar esta cuestión y aceptar la medida como necesaria para que yo y los de mi quinta tengamos, realmente, jubilación.
Así las cosas, lo único que se me ocurre decirle al gobierno es lo siguiente: señores, si no me van a garantizar ustedes una pensión cuando me jubile, y encima me van a jubilar a los sesenta y siete años, díganmelo con toda claridad. Pero no sólo eso; el dinero que me quitan todos los meses de la nómina y que será la base para esa pensión, dénmelo y yo acudiré al sector privado a buscarme la vida. Lo que no pueden hacer es aconsejarme que vaya al sector privado y seguir “trincando” mi pasta, porque yo no puedo acudir a los dos sitios a la vez.
Por último, protesto, porque todos los que han decidido, o van a decidir, que esto sea así, tienen unos sueldos escandalosos y no necesitan treinta y cinco años de cotización para sus jubilaciones ni estás van a ser a los sesenta y siete años y les van a quedar unas pensiones que riase usted del rey Midas. Y una cosa más, antes de tomar ésta medida, que tomen otras: la de suprimir tantos cargos públicos que no sirven para nada. Desde Diputados y Senadores hasta directores generales, secretarios y subsecretarios, subdirectores... No hace falta tanta gente para gobernar y país. Y si por lo menos lo hicieran bien...
Como la mayoría de las cosas de ésta vida, no es justo.
Adelantandose a ésta situación, el gobierno ya ha decidido aumentar la edad de jubilación en un par de años, como una de las vías para mantener el sistema sin que éste se venga abajo. No es nada agradable que me hayan dicho que me voy a jubilar a los sesenta y siete años y se me hace muy cuesta arriba hacer un ejercicio de reflexión para encajar esta cuestión y aceptar la medida como necesaria para que yo y los de mi quinta tengamos, realmente, jubilación.
Así las cosas, lo único que se me ocurre decirle al gobierno es lo siguiente: señores, si no me van a garantizar ustedes una pensión cuando me jubile, y encima me van a jubilar a los sesenta y siete años, díganmelo con toda claridad. Pero no sólo eso; el dinero que me quitan todos los meses de la nómina y que será la base para esa pensión, dénmelo y yo acudiré al sector privado a buscarme la vida. Lo que no pueden hacer es aconsejarme que vaya al sector privado y seguir “trincando” mi pasta, porque yo no puedo acudir a los dos sitios a la vez.
Por último, protesto, porque todos los que han decidido, o van a decidir, que esto sea así, tienen unos sueldos escandalosos y no necesitan treinta y cinco años de cotización para sus jubilaciones ni estás van a ser a los sesenta y siete años y les van a quedar unas pensiones que riase usted del rey Midas. Y una cosa más, antes de tomar ésta medida, que tomen otras: la de suprimir tantos cargos públicos que no sirven para nada. Desde Diputados y Senadores hasta directores generales, secretarios y subsecretarios, subdirectores... No hace falta tanta gente para gobernar y país. Y si por lo menos lo hicieran bien...
Como la mayoría de las cosas de ésta vida, no es justo.
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