AVATAR

Desde que James Cameron recreara la tragedia del Titanic, y a pesar de la elevada producción cinematográfica que la factoría de Hollywood exporta anualmente al resto del planeta, creo que no ha habido otra película que haya generado tanto interés (y tanto dinero) como AVATAR.
La película se anuncia como una gran epopeya, viene precedida por el éxito de su director, se ha hecho en 3D, se le ha dado su correspondiente ración de publicidad y se ha convertido, de la noche a la mañana, en lo más “fashion” del momento.
Para acabar de redondear la cuestión, el film ha generado controversia también, lo que, un mes después de su estreno, hace aumentar el interés en el mismo; desde la acusación de racismo, pasando por la sorprendente reacción de un grupo comunista que exige la detención de Cameron por haber robado ideas de la ciencia ficción soviética hasta el Vaticano que critica aspectos como el espiritualismo ecológico de la cinta.
En fin, un “pelotazo” que ha llenado las salas de cine y los bolsillos de sus creadores; al margen de controversias y aspectos económicos también he oído que se puede obtener alguna valiosa lección moral. Será cuestión de verla.