Según informaciones publicadas en la prensa, el gobierno ha dado ordenes para que cuando los altos funcionarios del mismo tengan citas de trabajo e inviten ellos, se excluyan de los cargos en la tarjeta las copas de sobremesa y los puros. Leyendo esta noticia se sacan unas cuantas conclusiones: una, que hay "altos funcionarios" del gobierno que tienen tarjeta de crédito con cargo a las arcas públicas, dos, que pueden usarla para invitar en sus reuniones de trabajo, tres, que hasta ahora, no se han limitado esas invitaciones y resulta que llevamos ya más de un año de crisis... Las retribuciones de la administración ya están suficientemente mal colocadas; y si no, miren a ese presunto delincuente de Marbella; el tío, aparte de haber cometido la tira de presuntos delitos con los que, presuntamente, ha trincado lo que no está en los escritos, ha solicitado su puesto de trabajo, el que tenía antes de ir al talego o si no que le imdemnizen. Su sueldo era de nueve mil euros y pico al mes; ¿que clase de trabajo desempeña o puede desempeñar un asesor de urbanismo para tener derecho a tal sueldo frente al de cualquier empleado de la empresa pública o privada que se desloma día a día en sus ocho horas de trabajo por mil euros? Por si ésto fuera poco, encima se gastan el dinero el invitaciones, prebendas y zarandajas. Parte del problema de la economía es el despilfarro de la administración en sueldos inmerecidos y pamplinas.
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