“Había una vez tres muchachitas que fueron a la academia de policía; les encomendaron arriesgadas misiones, pero yo las rescaté de todo aquello y ahora trabajan para mí” De ésta forma (o parecida) comenzaba una serie de televisión rodada en 1976 y que llegó a nuestras pantallas en 1979: “Los Ángeles de Charlie”. Jill Muroe (Farrah Fawcett), Sabrina Duncan (Kate Jackson) y Kelly Garret (Jaclyn Smith) pasaron de las arriesgadas misiones encomendadas en la policía (que no eran otras que poner multas y cosas similares) a defender la ley y el orden trabajando para un enigmático detective al cual nunca le vimos la cara (ni ellas tampoco). Su contacto con el jefe era a través de John Bosley (David Doyle).
Esta serie significó una revolución y rompió moldes porque, en aquella época, las chicas, esclavas de la cultura machista tradicional de la época, no jugaban “a policías” y sin embargo muchas lo hicieron al compás de las aventuras de “los tres ángeles”, cuyas caras cambiarían en sucesivas entregas hasta desembocar en los tiempos modernos en la gran pantalla, con su parafernalia de efectos especiales y trepidante acción.
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