Me siento cansado.
En algunas otras
entradas de este blog me he preguntado qué más nos iba a caer encima, después
de sufrir lo que hemos sufrido; ahora ha sido lo de Chipre. Dice el refrán que
"Cuando las barbas de tu vecino veas rapar, echa las tuyas a
remojar". Uno de nuestros ministros ha dicho que no hay riesgo de
contagio; luego que puede haberlo. De la
noche a la mañana han cerrado los bancos, han secuestrado el dinero de los que
tenían ahorros en ellos y han dejado a la gente tirada. ¿Es esto una acción
correcta, coordinada, sensata, de la unión europea? Esa unión europea que se
nos vendió como lo mejor de lo mejor, lo mejor que podía ocurrirnos, no para de
fastidiarnos. Para colmo, alguien de las altas jerarquías ha manifestado que el
rescate de Chipre, con el leñazo a los ahorradores, puede ser exportable a
otros países, declaración suficiente para disparar la prima de riesgo,
tambalear la bolsa y subir la adrenalina. Para mí que esto es un caldo de
cultivo: cuando nos llegue a nosotros, ya estaremos preparados porque nos lo
están metiendo poco a poco. Primero es un susto, no pasa nada, no es aquí...
pero ya tenemos el miedo en el cuerpo y cuando llegue la realidad estaremos
habituados... Pretenderán que los hayamos asumido con anterioridad y así no protestemos,supongo,
porque si no, no se explica.
Me siento tan
cansado que el otro día, cuando escuché a alguien decir por televisión que la
crisis está tocando a su fín, ni siquiera tuve ganas de
indagar, de averiguar, quien lo decía,
porqué lo decía y en qué se basaba.
No es cansancio
físico; es el cansancio moral, o espiritual, o inmaterial, como quieran
llamarlo, después de ver cada día los despropósitos de este país y de la Unión Europea
(la que nos vendieron como lo mejor) y ver que no hacen nada, que se destruye
el sistema y miran para otro lado, que no saben cómo resolver la crisis nada
más que cargando sobre los ciudadanos de a pie los recortes y los palos, ni
tienen lo que hay que tener para decirlo. Estoy cansado de presuntos políticos
que no cumplen sus promesas electorales, y lo reconocen tan campantes, pero no
dimiten, políticos que se han llenado, presuntamente, los bolsillos con dinero público, banqueros
que se han llenado, presuntamente, los
bolsillos con el dinero de los ahorradores...
Estoy cansado de
ver en la prensa cada día las luchas entre los partidos políticos y sus
acólitos; dependiendo de la cadena de televisión que veas,
según a qué partido político es afín, te montan programa tras programa "la
indecencia, la incredulidad, el pasmo" ante lo que está haciendo el del
partido contrario. Y se quedan tan campantes. Y son medios plurales, objetivos,
independientes... ja ja.
Estoy cansado de
ver como día tras día la gente se levanta abocada a un futuro incierto mientras
nuestros dirigentes no han visto mermados sus altos sueldos, ni sus prebendas,
ni se ha visto afectado el número de tantos representantes que tenemos mirando a Bruselas y esperando que la
solución les llueva del cielo.
Estoy cansado.
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