En días pasados recibí una carta del Ministerio del Interior, Dirección General de tráfico; en el exterior del sobre venía escrito con letras en negrita: "Contiene datos relevantes de su vehículo". Lleno de curiosidad abrí el sobre y me encontré con dos papeles. El primero de ellos era una carta en cuyo primer párrafo se me comunica que, para mejorar la seguridad vial, es básico que los ciudadanos conozcamos la información sobre el estado del vehículo que figura en el Registro de Vehículos.
Por tal motivo, y para avanzar en un "compromiso de transparencia", me facilitan el informe de los vehículos de mi propiedad que tienen más de diez años.
Cojo el segundo papel y observo los datos; me informan de mi nombre y apellidos, mi dirección, mi DNI, la matrícula de mi coche, la marca, el modelo, que funciona con gasolina y que tiene cinco plazas, entre otros datos. Me pregunto como diantres va a mejorar la seguridad vial el hecho de que me escriban en un papel una serie de datos que yo ya sabía al dedillo, ya que son datos básicos que manejo a diario y que conozco a la perfección.
En este papel donde vienen los datos aparece por detrás un listado de de los términos usados en el anverso y su significado.
Hay que tener la cara muy dura para venir a darme esta información diciendome que que es en aras a la seguridad vial y que todo esto es por un compromiso de transparencia.
En primer lugar, en nada va a mejorar la seguridad vial por el hecho de informarme de los datos que sobre mi coche están registrados, y, en segundo lugar, eso de la transparencia lo deberían aplicar a otras muchas cosas, como por ejemplo, en que se gastan los dineros de nuestros impuestos, que ahí si que no hay transparencia ninguna.
Hablando de dinero, la parte contable de mi cerebro se puso enseguida en marcha para calcular cuanto se han gastado en enviar estas cartas a todos los propietarios de vehículos con mas de diez años. Si el parque automovilistico español es de más de treinta millones de vehículos, aunque pueden ser realmente menos debido a ciertos errores estadísticos, en fin si nos quedamos con que sean veinte millones y que de estos, solo cinco millones tienen mas de diez años, y si cada carta, entre papel, tinta, sobre, trabajo y franqueo cuesta, tirando por lo bajo, veinte céntimos, el resultado es que se han gastado un millón de euros en DAR A LOS CIUDADANOS UNA INFORMACIÓN DE LA CUAL YA DISPONÍAN.
Y esto es solo un cálculo estimativo, sin ahondar en las cifras reales; miedo me da.
Pues nada, siguiendo el ejemplo, podría escribir a mis vecinos una carta con un texto más o menos parecido:
"Estimado vecino,
Para mejorar nuestras relaciones vecinales, es fundamental que usted conozca los datos que dispongo sobre su persona, los cuales les adjunto en un papel."
Y en el susodicho papel escribiré el nombre, la dirección, la marca de su coche, si está casado y si tiene un perro, un gato y un canario.
No quiero avanzar nada de donde iría a parar la carta ni de la expresión de mis vecinos al recibirla. Imaginenselo.
0 COMENTARIOS:
Publicar un comentario