En los últimos días se ha extendido la palabra “tarifazo” en los medios de comunicación, redes sociales y, por supuesto, de boca en boca. Una hipotética subida de la luz de un once por ciento en enero ha dejado la puerta abierta para otear dentro del sistema, al parecer nada transparente, de establecer el precio de la luz.
Me he sumergido en Google para tratar de averiguar cuál es el susodicho sistema, con el entramado de las subastas, la TUR (Tarifa de Ultimo Recurso), las compañías eléctricas y demás, pero no he podido sacar absolutamente nada en claro: o yo soy muy torpe, o no me lo han explicado bien o hace falta ser doctorado en ingeniería para comprenderlo o vaya usted a saber. Lo cierto es que, a la única conclusión que he llegado es a tener constancia de la manía que de la humanidad en general para complicarse la vida y de la manía que tienen los gobiernos en particular de complicarnos y complicarse la existencia, movido todo, obviamente por intereses financieros.
¿No sería más fácil un negocio como todos, con su producción, sus gastos, sus ingresos y sus beneficios? No no, eso debe ser demasiado simple para llevarlo a cabo.
En fin, yo sigo igual que antes, temiendo la subida y preguntándome que leches es el déficit tarifario ese de tantos millones que se deben, no se a quien se le deben, pero se deben y como es que se deben esos millones y las eléctricas tienen pingues beneficios.
Quizá algún día pueda ver la luz…. en este asunto, porque, a partir de ahora vamos a tener que pasar más tiempo a oscuras, porque está claro que el sistema no funciona, porque si la luz ha subido un ochenta por ciento desde el comienzo de la crisis algo está funcionando mal y alguien se está llenando los bolsillos y dejando el agujero en otro lado. Si no, no se explica. O que venga alguien y lo explique, por favor.
Me he sumergido en Google para tratar de averiguar cuál es el susodicho sistema, con el entramado de las subastas, la TUR (Tarifa de Ultimo Recurso), las compañías eléctricas y demás, pero no he podido sacar absolutamente nada en claro: o yo soy muy torpe, o no me lo han explicado bien o hace falta ser doctorado en ingeniería para comprenderlo o vaya usted a saber. Lo cierto es que, a la única conclusión que he llegado es a tener constancia de la manía que de la humanidad en general para complicarse la vida y de la manía que tienen los gobiernos en particular de complicarnos y complicarse la existencia, movido todo, obviamente por intereses financieros.
¿No sería más fácil un negocio como todos, con su producción, sus gastos, sus ingresos y sus beneficios? No no, eso debe ser demasiado simple para llevarlo a cabo.
En fin, yo sigo igual que antes, temiendo la subida y preguntándome que leches es el déficit tarifario ese de tantos millones que se deben, no se a quien se le deben, pero se deben y como es que se deben esos millones y las eléctricas tienen pingues beneficios.
Quizá algún día pueda ver la luz…. en este asunto, porque, a partir de ahora vamos a tener que pasar más tiempo a oscuras, porque está claro que el sistema no funciona, porque si la luz ha subido un ochenta por ciento desde el comienzo de la crisis algo está funcionando mal y alguien se está llenando los bolsillos y dejando el agujero en otro lado. Si no, no se explica. O que venga alguien y lo explique, por favor.
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