LLEGA UN NUEVO IMPUESTO.

 

 Efectivamente, aquí se sacan impuestos hasta "de debajo de las piedras", y nunca mejor empleada la expresión, ya que se trata de una tasa que grava las construcciones. A partir de pronto, o de ya, cualquier propietario que quiera vender su casa o alquilarla, necesitará un "Certificado de eficiencia energética", el cual tiene que expedir la Comunidad Autónoma correspondiente, a petición de un arquitecto o ingeniero previo pago, claro. Es decir, más trámites, más burocracia y, por supuesto, más dinero que tendrá que apoquinar el propietario del inmueble.

   Este documento se trata de dar una información al comprador o inquilino sobre el consumo de luz que va a tener la casa, para lo cual, el técnico competente tiene que hacer un estudio sobre la misma viendo como está construida, con que materiales, orientación, colores, si tiene fugas de aire... lo cual permitirá averiguar cual será el consumo energético de esa vivienda.

   Las actitudes personales con respecto a la energía... bueno, oiga, usted pague y lo demás, si eso, ya lo vamos viendo. Solo se trata de calificar la eficiencia energética del edificio para saber el consumo que podría tener.

   No lo acabo de ver claro, pero bueno, repito... "ya lo vamos viendo", que aquí todo tiene que ser a base de impuestos.