Que algo sea políticamente correcto o no es una frase que se usa últimamente con frecuencia y que vino a mi mente hace algún tiempo cuando alguien llegó a mi lugar de trabajo preguntando por una calle (suele ocurrir con frecuencia al estar situado en la entrada del pueblo); cuando me dijo el nombre de la calle que buscaba me quedé un poco sorprendido: “Manuel Azaña”.
“Un momento –le dije-; nunca hubiera imaginado que existiese en Benalup una calle llamada Manuel Azaña; voy a consultar en el callejero”.
Y, efectivamente, hay una calle que se llama así, situada por la zona del polideportivo conocido como “las pistas verdes”.
Tras darle las oportunas indicaciones a esa persona para que llegara a su destino, dos pensamientos me vinieron inmediatamente a la cabeza; el primero de ellos es que hay zonas y calles del pueblo que no conozco, o que hace años que no visito y han cambiado tanto que están irreconocibles para mí. Esto no es de extrañar; al fin y al cabo, no tenemos una computadora por cerebro para conocer todas las calles, plazas, callejas y vericuetos del pueblo y a mí la memoria ya empieza a darme un poquito la lata en el umbral de los cuarenta y seis años. Así que decidí recuperar mi “memoria histórica” y darme de vez en cuando un garbeo por los rincones del pueblo para ver su evolución.
Pero lo que me dejó más pensativo es que el presidente del gobierno español directamente involucrado en los “sucesos de Casas Viejas” tuviera el nombre de una calle en éste pueblo, al igual que la tienen otros protagonistas de éstos hechos como Maria Silva o Francisco Cruz así que me “comí el coco” un poquito reflexionando sobre el tema.
Recordando una imagen que vi hace algunos años en la televisión, donde dos enemigos, excombatientes de la guerra civil se abrazaban, cincuenta años después de los hechos, pensé: si se trata de algo así, de reconciliación, tal vez sea por eso que existe esa calle con ese nombre. Pero... a mi me resulta... no se, quizá podría definirlo como chocante; según los datos que yo he podido manejar sobre la historia, no se ha podido aclarar el grado de implicación de Azaña en los hechos, como dice Mintz en su libro “Los anarquistas de Casas Viejas”; bien es cierto que cuando dijo aquello de “En Casas Viejas no ha ocurrido, que sepamos, sino lo que tenía que ocurrir”, no sabía que aquí se había asesinado a varias personas o, como él mismo matizó, no sabía que “hubiera ocurrido algo que una persona honorable no puede aprobar”; cierto es también que las acusaciones de su implicación en los hechos venían en su mayoría de enemigos políticos que buscaban su destrucción (los políticos buscan el desgaste de su oponente zarandeándolo fuertemente con cualquier hecho con el que pueda estar relacionado, aunque sea de pasada) o por parte de sectores que creían que la actuación de los guardias en los sucesos fue fruto de las órdenes dadas por él y el director de seguridad Menéndez. Es más, fue el propio Azaña quien finalmente exigió una investigación oficial para determinar la responsabilidad del asunto.
Pero, en todo caso, y sin ánimo de abrir un debate, sin ánimo de reabrir viejas heridas y sólo por el hecho de la sorpresa que me causó conocer el nombre de ésta calle es por lo que me he preguntado: ¿poner ese nombre a una calle en Benalup-Casas Viejas es políticamente correcto?
“Un momento –le dije-; nunca hubiera imaginado que existiese en Benalup una calle llamada Manuel Azaña; voy a consultar en el callejero”.
Y, efectivamente, hay una calle que se llama así, situada por la zona del polideportivo conocido como “las pistas verdes”.
Tras darle las oportunas indicaciones a esa persona para que llegara a su destino, dos pensamientos me vinieron inmediatamente a la cabeza; el primero de ellos es que hay zonas y calles del pueblo que no conozco, o que hace años que no visito y han cambiado tanto que están irreconocibles para mí. Esto no es de extrañar; al fin y al cabo, no tenemos una computadora por cerebro para conocer todas las calles, plazas, callejas y vericuetos del pueblo y a mí la memoria ya empieza a darme un poquito la lata en el umbral de los cuarenta y seis años. Así que decidí recuperar mi “memoria histórica” y darme de vez en cuando un garbeo por los rincones del pueblo para ver su evolución.
Pero lo que me dejó más pensativo es que el presidente del gobierno español directamente involucrado en los “sucesos de Casas Viejas” tuviera el nombre de una calle en éste pueblo, al igual que la tienen otros protagonistas de éstos hechos como Maria Silva o Francisco Cruz así que me “comí el coco” un poquito reflexionando sobre el tema.
Recordando una imagen que vi hace algunos años en la televisión, donde dos enemigos, excombatientes de la guerra civil se abrazaban, cincuenta años después de los hechos, pensé: si se trata de algo así, de reconciliación, tal vez sea por eso que existe esa calle con ese nombre. Pero... a mi me resulta... no se, quizá podría definirlo como chocante; según los datos que yo he podido manejar sobre la historia, no se ha podido aclarar el grado de implicación de Azaña en los hechos, como dice Mintz en su libro “Los anarquistas de Casas Viejas”; bien es cierto que cuando dijo aquello de “En Casas Viejas no ha ocurrido, que sepamos, sino lo que tenía que ocurrir”, no sabía que aquí se había asesinado a varias personas o, como él mismo matizó, no sabía que “hubiera ocurrido algo que una persona honorable no puede aprobar”; cierto es también que las acusaciones de su implicación en los hechos venían en su mayoría de enemigos políticos que buscaban su destrucción (los políticos buscan el desgaste de su oponente zarandeándolo fuertemente con cualquier hecho con el que pueda estar relacionado, aunque sea de pasada) o por parte de sectores que creían que la actuación de los guardias en los sucesos fue fruto de las órdenes dadas por él y el director de seguridad Menéndez. Es más, fue el propio Azaña quien finalmente exigió una investigación oficial para determinar la responsabilidad del asunto.
Pero, en todo caso, y sin ánimo de abrir un debate, sin ánimo de reabrir viejas heridas y sólo por el hecho de la sorpresa que me causó conocer el nombre de ésta calle es por lo que me he preguntado: ¿poner ese nombre a una calle en Benalup-Casas Viejas es políticamente correcto?
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