LUZ

    

El 9 de septiembre de 2019 yo me preguntaba en éste blog si nos iban a bajar la luz, en base a un nuevo reglamento y tal... Que iluso. Bueno, iluso no, que al final del post, yo dudaba de que así fuese, pensando que se inventarían otro impuesto para suplir esa bajada que al parecer imponía la normativa europea; pues, miren,  no ha hecho falta tal impuesto. La luz, de por sí, ella solita, sin necesidad de impuestos ni de las zarandajas que decían que iban a quitar de las facturas ha subido en los últimos tiempos más de un doscientos por cien.

   Nos cuentas historias del mercado mayorista, del Pool; los que no están en el gobierno le echan la culpa al gobierno, aunque algunos hayan estado antes en el gobierno y no hayan solucionado nada, los del gobierno no saben ya que inventar para echarle la culpa a otros (la culpa es de cualquiera menos de ellos), y los consumidores estamos hasta la coronilla de los unos, de los otros,  de historias, mentiras, embustes, zarandajas,  y subidas de la luz que están arruinando a empresas y particulares.

   Yo ya no espero nada de los políticos, grandes actores de una sesión de teatro infinita, así que sé positivamente que la luz no va a bajar, pero voy a esperar algo del mercado, a ver si alguien, en algún lugar, pone sentido común en éste despropósito, para que la luz no suba más, porque, como dije en ese post del 2019, lo que sube no baja, pero al menos que se mantenga y no siga incrementándose  el recibo. 

   Esta vez sí voy a ser iluso; a ver si en otro par de años puedo escribir en éste blog: la luz no ha subido en los últimos veinticuatro meses. 

EL DIA QUE NACI YO

 

 

   “El día que nací yo, que planeta reinaría…” es parte de la estrofa de una copla que varias artistas de éste género interpretan magistralmente. No soy yo de astros y planetas alineados pero éste título coplero lo recordé al recibir uno de los regalos de mi   cumpleaños: un periódico del día en que nací.

   Como apasionado de la historia me ha encantado ojear un periódico de aquella fecha, ya un poco lejana, para que lo vamos a negar (coge uno carrerilla apagando velitas y no veas como pasan los años). He visto en sus páginas, y en el suplemento dominical (nací un domingo) algunas noticias de la época en España y el mundo, como por ejemplo, que había preocupación por la visita a Europa (Alemania, Italia e Inglaterra)  del presidente estadounidense Kennedy, asesinado cinco meses más tarde en su país,  accidentes laborales, detenciones por delitos comunes, inauguraciones de grandes empresas, los índices de la bolsa, anuncios por palabras o publicidad de una amplia gama de productos, desde los coches de la época a bebidas (me he enterado de que ya en aquel tiempo existían algunas cosas que yo pensaba eran de la década de los ochenta). Pero bueno, también tuve oportunidad de ojear un periódico del año 1933, el año de los fatídicos Sucesos de Casas Viejas, comentados en ese ejemplar, y el resto del mismo tampoco se diferenciaba mucho en cuanto a contenido. (Nada es nuevo bajo el sol).

   En fin, me ha encantado tener todo un informe detallado  del día en que lloré por primera vez y comencé a dar la lata en éste mundo.

A LAS ONCE EN CASA.

   

 

 

 25 de octubre de 2020, última medida del gobierno de España, ante la segunda ola del Covid: estado de alarma para garantizar la seguridad jurídica del “toque de queda”, implantado, en principio, desde las once de la noche hasta las seis de la mañana. Curiosamente ha coincidido con el cambio de hora.

   Vaya si he  escuchado veces, a lo largo de mi vida, eso del “toque de queda”, en otros países y por motivos que siempre eran los mismos  o parecidos: disturbios, alborotos, manifestaciones, guerras, golpes de estado… y mira por donde, ahora lo tenemos en España,  y no por alguna de esas causas, sino por el Covid 19, algo invisible, microscópico, que nos está poniendo en jaque a todos.

   Vamos a esperar, y desear, que ésta situación consiga dominar la expansión del virus, que bajen los contagios, que desaparezca de una vez ésta plaga y podamos volver a hacer vida normal para recuperarnos, porque si no, como no encuentren un antídoto para esto, me veo venir en el horizonte un “volver a hacer esa vida normal” con la presencia del virus, y con un “sálvese quien pueda” permanente.

 

HASTA SIEMPRE, SALUS.

 

   Nos ha dejado Salustiano Gutiérrez Baena, Salus, profesor, historiador y escritor, cuya obra,  como investigador y divulgador de la vida y hechos de nuestro pueblo, Benalup Casas Viejas, va a quedar para siempre en los anales de la historia.

   Como apasionado de esa historia, tenía una cita diaria con su blog, una joya literaria donde lo mismo te podías encontrar hechos del siglo pasado, tras una concienzuda labor de investigación, como vicisitudes actuales, con la puerta abierta siempre a colaborar y opinar sobre el tema tratado.

   En cierta ocasión me invitó a participar, relatando  uno de los pasajes de mi  infancia; ese fue uno de los recuerdos  de los muchos  que han venido hoy a mi mente, cuando me llegó la triste noticia de su fallecimiento. Gracias por tu trabajo, Salus.

  Siempre estarás en nuestro recuerdo.

  Mis condolencias a familiares y amigos.